La Guardia Civil detuvo la pasada madrugada a los ocho inmigrantes argelinos que la noche anterior habían intentado entrar ilegalmente en el país viajando en una pequeña patera, que dejaron abandonada en la playa de Cala s´Almunia, en Santanyí.

La llegada de esta embarcación a la costa de Mallorca no había sido detectada por los radares que se han instalado para localizar estos botes de transporte de inmigrantes ilegales que van en busca de una nueva vida en Europa. El delegado del Gobierno, Ramon Socías, explicó que la barca no fue detectada porque se trataba de una lancha con poco calado, que habría llegado a Mallorca empujada por un motor de escasa potencia. El hecho de que el motor, que fue arrojado al mar (todavía no ha sido encontrado) desprendiera poco calor, impidió que su presencia fuera detectada por los radares.

Se cree que esta barca llegó a la costa de Santanyí sobre las tres de la madrugada. Un vecino escuchó a esa hora el ruido del motor de una barca, pero no le dio mayor importancia. Antes de que los tripulantes saltaran a tierra, abandonaron a bordo prendas de vestir para al menos seis personas, varios bidones del combustible que habían utilizado para llegar a España y botellas de agua etiquetadas en Argelia. También se dejaron olvidado un teléfono en el que constaba una llamada a un número de Argelia.

El delegado del Gobierno señaló que al tener conocimiento de la llegada de esta barca la Guardia Civil desplegó el pasado miércoles un amplio dispositivo de búsqueda de los inmigrantes. No se sabía con exactitud el número de personas que había superado esta larga travesía de 130 millas a bordo de esta pequeña embarcación, pero se estableció que podrían ser entre seis y diez inmigrantes. Al final fueron ocho los individuos argelinos, que ni siquiera han tenido la oportunidad de salir del núcleo de Santanyí. Ramon Socías detalló que todos ellos estuvieron escondidos durante todo el día en una zona agrícola. El hecho de que algunos llevaban almendras en los bolsillos demuestra que utilizaron estos frutos secos para alimentarse. Sin embargo, una vez ya de noche abandonaron su escondite. Dos de ellos fueron localizados por unos vecinos de Cala Llombars. Horas más tarde la Guardia Civil localizó a los otros seis tripulantes. En total, se ha detenido a ocho varones, todos ellos mayores de edad que aparentemente se encontraban en buen estado.

El delegado el Gobierno, que no quiso confirmar con rotundidad que se trataba de argelinos (esperaba al resultado del interrogatorio), señaló que lo más lógico es que la embarcación hubiera zarpado del puerto de Delys y que hubiera llegado a Mallorca tras superar 130 millas. Anunció que la Guardia Civil entregará a los detenidos a la Policía, que procederá a la repatriación a su país de origen.

Ramon Socías se mostró autocrítico al reconocer que ningún radar instalado en la costa mallorquina hubiera localizado la llegada de esta embarcación, pero afirmó que se trabajará para que esta situación no vuelva a repetirse en un futuro. "Puede que en ocasiones el radar no funcione, pero la Guardia Civil no falla nunca y siempre localiza a los inmigrantes que intentan entrar ilegalmente en Mallorca. Habrá que reajustar el radar", señaló.