Miquel Ramis rechaza estar saboreando la dulzura de la venganza, y públicamente en modo alguno acepta estar satisfecho por haberse hecho ahora con el puesto que Rosa Estarás le negó en las generales de 2008.

Nacido en Muro en 1958, este licenciado en Derecho por la UIB lo ha sido todo en política local: Alcalde de Alcúdia, conseller de Medio Ambiente entre 1997 y 1999 y delegado del Gobierno en Balears entre 2003 y 2004.

Portavoz del partido en los años de banquillo en la oposición, con el Pacto gobernando Balears, tras la espantada de Jaume Matas la entonces presidenta del PP balear, Rosa Estarás, le relevó en aras a la renovación de caras que impulsó. Ramis nunca digerió su defenestración, y ya intentó ser el candidato al Congreso en los últimos comicios generales de hace cuatro años. Estarás –con el apoyo de destacados barones como Jaume Font, hoy caído en desgracia– rehusó relegar a María Salom como cabeza de cartel, y ofreció a Ramis ir de cuatro. El murer lo consideró una ofensa, habida cuenta de su trayectoria, y se fue a galeras esperando momentos mejores. En aquella ocasión, ni siquiera le valió el apadrinamiento directo de Gabriel Cañellas, pero con la llegada de José Ramón Bauzá el ´pope´ del PP balear se hizo valer –esta vez sí– y logró colocar un peso pesado de número 2 al novel líder, necesitado de alguien con veteranía. La noche electoral ambos corroboraron el entierro de sus recelos iniciales, y hoy Ramis y Bauzá hacen gala de una mutua confianza, si bien en el PP se rebaja todavía la influencia del segundo sobre el primero.

Ramis también ha limado asperezas con Estarás, al menos de cara a la galería. En cualquier caso, no puede negar que quien la sigue, la consigue.