­El final del verano ha devuelto a Balears a la "dura realidad", según advirtió ayer el secretario de Comunicación de CC OO en las islas, Francesc Mellado, a la vista de las cifras del mercado laboral de septiembre. Tanto sindicatos como patronales reconocieron que distan mucho de ser positivas.

Estos datos también llegaron a la arena política. La directora general de Economía, Teresa Palmer, insistió ayer que el Govern está trabajando en la línea correcta para que el sector privado reactive la creación de puestos de trabajo. Respecto a que la construcción haya registrado una fuerte destrucción de empleo coincidiendo con el recorte de obras públicas aplicado por las Administraciones, Palmer reconoció que la actual situación presupuestaria hace inviable una apuesta por la ejecución de nuevas infraestructuras.

Por su parte, el vicepresidente económico, José Ignacio Aguiló, reconoció que los datos del paro del mes de septiembre "no son buenos", si bien precisó que son "claramente mejores que la media nacional".

Sin embargo, la diputada del PSOE y exconsellera de Trabajo, Joana Barceló, acusó al Ejecutivo de José Ramón Bauzá de ser responsable del fuerte aumento del desempleo por "el alarmismo y la desconfianza" que ha generado.

La opinión de los sindicatos ha sido igualmente negativa, con la advertencia de que la situación irá a peor durante los próximos meses. Porque si en algo coinciden Francesc Mellado; el secretario de Acción Sindical de UGT, Manuel Pelarda; y el secretario general de USO, David Díaz, es en que en la destrucción de empleo detectada en septiembre todavía no aparecen los efectos de los recortes sobre interinos y personal laboral que el Govern pretende poner en marcha.

El presidente de la patronal CAEB, Josep Oliver, no ocultó que las cifras podrían haber sido mejores, aunque recordó que el paro crece habitualmente en septiembre en relación al mes anterior. Además, subrayó que la pérdida de empleos en relación a 2010 se ha registrado entre trabajadores autónomos y no entre asalariados, lo que refleja un buen comportamiento de las empresas.

Más pesimista se mostró el presidente de PIMEM, Rafael Rubio, el cual afirmó que la buena ocupación en los hoteles no ha beneficiado de igual forma a otros sectores, a lo que se suma la paralización de la construcción. Por ello, pronosticó un invierno "crudo".