Un juez de Barcelona ha dictado una sentencia por la que indemniza a cuatro mujeres que sufrieron los efectos secundarios de un medicamento que fue finalmente retirado del mercado por sus efectos nocivos. Se trata del medicamento Agreal, un tratamiento que tomaban las mujeres para paliar los efectos de la menopausia y que se ha estado comercializando, tanto en España como en otros países europeos, durante más de 20 años.

A través del bufete de Barcelona de los letrados Joaquim Juncosa y Silvia Broncano, así como con los abogados de Mallorca, Purificación Montalvo y Carlos Pérez, diez mujeres de las islas afectadas por este fármaco decidieron presentar una demanda civil, planteada por un total de 35 víctimas, contra el laboratorio que comercializaba este producto.

Todas estas mujeres tomaron el medicamento Agreal por recomendación médica. El facultativo lo prescribía para paliar los efectos del periodo menopáusico, sobre todo para evitar los sofocos. Las pastillas eran efectivas para controlar estos síntomas, pero al mismo tiempo ocasionaban unos efectos secundarios muy graves, sobre todo de tipo psicológico. Muchas mujeres padecieron reacciones tan adversas que deterioraron su salud y sobre todo su calidad de vida. Los informes médicos que se realizaron para estudiar dichos efectos aseguraban que muchas pacientes padecieron depresión, ansiedad e incluso síntomas de Parkinson. Hubo pacientes que llegaron al punto de perpetrar intentos de suicidio como consecuencia de la depresión que le ocasionaba la ingesta de este medicamento.

Los abogados basaban su demanda en que la empresa que comercializaba este producto, la farmacéutica Sanofi Aventis, no había descrito en su prospecto los efectos secundarios que podía producir a las pacientes. La demanda pedía al juez que declarara que Agreal era un producto defectuoso y así se ha determinado en la sentencia.

El juez de Barcelona se ha pronunciado dos años después de que concluyera el juicio y no ha dado la razón a todas las mujeres que han demandado al laboratorio. Solo se indemniza a cuatro de las diez pacientes de Balears que demandaron a la farmacéutica. Las indemnizaciones que se otorgan en la sentencia oscilan entre los 30.000 y los 1.300 euros. El juez otorga una indemnización total de casi 100.000 euros, suma a la que hay que añadir los intereses desde la fecha de la reclamación, que data del año 2008. Las otras mujeres indemnizadas residen en Barcelona y en Valencia.

Los abogados que han defendido este pleito discrepan de las indemnizaciones que ha fijado el juez, por lo que no descartan que formulen un recurso ante la Audiencia de Barcelona. No es la primera vez que la justicia se pronuncia sobre una demanda por los efectos nocivos de este medicamento. La mayoría de demandas han sido aceptadas y se ha condenado a la farmacéutica a indemnizar a las pacientes.