Una auténtica joya filmográfica. Y la elegida fue Mallorca. La isla puede ahora presumir de ser protagonista absoluta de la primera película en color natural grabada allá por el 1912 en España. Al menos, hasta la fecha. Y es que la compañía cinematográfica francesa Gaumont, de la que es propiedad este film, ha sacado a la luz un vídeo (1912, Majorca Chronochrome, que puede verse íntegramente por Youtube) y que muestra lugares tan emblemáticos como la Seu y el palau de la Almudaina, el muelle viejo de Palma, el puente romano de Pollença y otras escenas cotidianas de incalculable valor histórico.

No estamos hablando de las primeras filmaciones a color, aquellas que los hermanos Lumière pintaban fotograma a fotograma. Se trata de una grabación que corresponde a las primeras películas que se filmaron con el sistema Chronochrome, patentado por su creador, Leon Gaumont.

¿Y qué es eso? Se preguntarán muchos. Manel García, aficionado al cine desde su infancia y además licenciado y doctor en Historia por la Universidad de Barcelona, explica de qué se trata: "El Chronochrome es un sistema de filmación a color creado en 1911, consistente en una cámara con tres objetivos y con un filtro de color diferente cada uno, básicamente los primarios (verde, azul y rojo) que estaban adecuadamente enfocados y sincronizados para realizar una filmación simultánea y similar, cuya combinación daba como resultado una imagen a color excepcionalmente natural y auténtica".

No era el único sistema a color que nació en la época, pero sí el único que nació en Francia. Y no sabemos las causas, si por proximidad geográfica o por la luz que se presume en todo el archipiélago, pero el caso es que Mallorca fue destino de esas primeras grabaciones. "Los motivos pudieron darse por diversos factores. Primero, el Chronochrome era ideal para países coloristas, exóticos o exuberantes. Segundo, geográficamente estaba muy cerca de Francia (comparado con otros destinos, pues llegaron a ir hasta Grecia). En Francia había algunas referencias de Mallorca que aún continúan vigentes: Frédéric Chopin y George Sand en Valldemossa, o la inmigración de Sóller a Francia a finales del XIX y principios del XX que favorecieron un contacto comercial muy intenso con la isla. Y por último, podría ser el lento emerger de Mallorca como destino turístico, entonces reducido a minorías culturales y élites sociales, pero que ya apuntaban hacia la isla como destino turístico".

Sean cuales sean los motivos, de momento no se ha hallando ninguna otra grabación similar en España, lo que le confiere a ésta una indiscutible singularidad.

In the isle of Majorca

El vídeo muestra siete minutos de grabación introducidos por unos unos rótulos que nos presentan las imágenes que se van a ver: Palma, the capital of Balearic Islands, The Royal Palace and Cathedral, Balearic Dogs, Orange Tree Groves, The Convent of Valdemosa, where George Sand and Chopin spent a winter, Vestiges of Roman Civilisation, bridge and aqueduct o vestiges of the arab occupation, watch tower. De esta forma, el film alterna lugares que todavía se conservan con otros que no, al tiempo que combina los monumentos históricos con escenas cotidianas. Una de éstas son las que se sucenden después del rótulo Balearic Dogs, donde se ve como una familia mallorquina da de comer a unos galgos.

El vídeo comienza con unas escenas del muelle viejo de Palma, en las que se pueden ver a los trabajadores yendo y viniendo de un lado a otro del puerto mientras a lo lejos se divisa la iglesia del barrio de Santa Catalina. Continúa con las imágenes de la Seu y el palau de la Almudaina, vistas en dos planos, uno más próximo que el otro. Le siguen las escenas donde una mujer recoge las naranjas de un árbol, y se las pasa una a una a un joven, a los pies de la escalera. Una mujer, en un segundo plano, parece que hace ganchillo. Acto seguido, el convento de Valldemossa y una panorámica del puente romano de Pollença, el acueducto de Ternelles y los restos de una torre árabe.

A pesar de que el sistema resultó ser útil en la época, tenía sus desventajas. Manel explica que el Chronochrome necesitaba considerables dosis de luz natural, lo cual lo hacía inviable en grabaciones de estudio y eliminó sus posibilidades comerciales, "además de la complejidad del ensamblaje técnico para su comercialización", añade. Por eso, León Gaumont acabó aplicando su sistema como documental de parajes exteriores: "Su cámara se paseó desde 1911 por toda Europa para plasmarla con una autenticidad jamás vista hasta entonces proyectada en el Gaumont Palace, la sala de cine de la compañía en París", explica.

Sistema pionero a color

Las primeras películas a color fueron tintadas por los hermanos Lumière y por Edison, que contrataban a personas para pintar cada uno de los fotogramas del film. Pero el primer sistema pionero de imágenes que mostraban los tres colores primarios fue inventado el 22 de marzo de 1899 por Edward Raymon Turner y Frederick Lee Marshall. La incapacidad de llevar el invento a la práctica les condujo a buscar el apoyo financiero de la británica Warwick Trading Company, en 1901, donde el productor estadounidense Charles Urban, se mostró interesado en el proyecto.

Después de medio año intentado lograr resultados prácticos, Urban se encargó de su desarrollo él mismo, después de que Warwick y Lee muriesen.

Un proyector fue construido por Alfred Darling en 1901. Sin embargo, en la práctica, el invento de Lee y Turner resultaba nulo, puesto que precisaba de una velocidad de proyección de 48 frames por segundo, combinado con una precisión de grabación con tres imágenes separadas con unos lentes posicionados en paralelo que daban como resultado una imagen sin definición.

Turner murió de un ataque al corazón en su lugar de trabajo el 9 de marzo de 1903 y Urban delegó el desarrollo del proceso a su asociado, G.A. Smith, quien compró la patente a éste antes de morir. Éste persistió con el sistema de los tres colores durante un par de años hasta que descubrió que se podía obtener una filmación con color aceptable únicamente utilizando dos colores, el rojo y el verde, a 32 imágenes por segundo.

Así, este sistema se convirtió en el primer movimiento exitoso de imágenes con colores naturales, al que se le llamó Kinemacolor. Ya en 1911 León Gaumont patentó el Chronochrome, el primero que consiguió llevar a la práctica la grabación con los tres colores primarios.

García añade que fue precisamente la peculiaridad de la cinta lo que le llevó a investigar sobre el tema. "Si a ello añades que te estás refiriendo a Mallorca y encima como la filmación más antigua de España, mejor que mejor", señala.