Si el 1 de agosto se le hubiese ocurrido pedir mesa para comer una paella a pie de arena en el restaurante más apetitoso y rechupeteante de Ses Casetes des Capellans (Can Gavella, en Muro), habrían pasado dos cosas: lo primero, que, como el cronista, se habría quedado sin paella salvo que estuviese dispuesto a comerla ocho días después en el primer hueco de una agenda repleta de clientes, y lo segundo, que se habría quedado con gusto sin darse el gusto por saber que su disgusto gastronómico es el gusto económico de una Mallorca que vive un verano de récords aeroportuarios, colas para comer paella y hoteles llenos. Tan llenos que ningún destino alcanza el 93% de ocupación hotelera con el que se cerró en Mallorca un julio que fue un desastre para Grecia y el norte de África, pero que ha convertido a la isla del verano en reina de una temporada en la que solo Turquía aguanta el pulso de esta Roqueta de nuevo de moda. Al éxito, solo un pero. Lo formula Antonio Copete, de UGT: el llenazo no ha generado empleo.

arde GRECIA

Las revueltas provocan miles de cancelaciones en hoteles griegos

El éxito mallorquín hunde sus raíces en la tragedia económica griega, vestida de revueltas, violencia y fuga de turistas aterrados. El fuego callejero no gusta a las familias veraneantes. En los primeros cinco días de julio, 8.000 cancelaron sus reservas en 20 hoteles atenienses, explica Yiannis Retsos, presidente de los hoteleros de Atenas. Se consumaba el desastre turístico en medio del desastre socioeconómico. Luego todo ha ido a peor, que hasta el desastre más desastroso puede desastrarse: pese a las 100.000 reservas diarias del julio heleno, Grecia se hunde entre protestas y ajustes domésticos. Solo resisten a pie de toalla y sombrilla Creta y destinos como la pujante Chipre. "Vemos una caída de entre el 10 y el 20% en las reservas, según la zona ", aclara Andreas Andreadis, director de la Asociación Griega de Empresas Turísticas, que mira a España y ve en las movilizaciones del 15M una voluntad de respetar el turismo probablemente ajena a la voluntad de los voluntariosos indignados. "Con el inicio de la temporada han reducido sus protestas por el bien de su país y de su turismo", analiza, obviando las últimas algaradas de Madrid o la que se ha cocinado para recibir, también voluntariosamente, al papa Ratzinger.

turquía triunfa

Sólo el turismo turco aguanta el tirón del verano mallorquín

Mejor que a los griegos les va a los turcos, que ya hacen la cuenta de la lechera: tal como va el año, cerrarán 2011 convertidos en la octava potencia turística mundial, después de haber logrado el hito descabalgante de elevar la llegada de turistas en solo ocho años un 124%. Más del doble. Y subiendo, según el Ministerio de Transportes turco. Porque los turcos prevén elevar otro 15% este año sus beneficios turísticos. Y eso pese a que el ramadán, su espiritualidad y los rigores que de ella se derivan para los creyentes del Islam cae este año en agosto (del 1 al 29), hecho que reduce los clientes musulmanes de los hoteles turcos. Aunque ni con esas: mientras los musulmanes se dan al ayuno, los europeos prevén comer más que nunca en tierras turcas. Ya saben: a un lado Asia, al otro Europa y un montón de cañones por banda, que decía el poeta. Por eso Turquía es, con Mallorca, la gran triunfadora de un verano que la encumbrará como potencia de habitaciones llenas y estadísticas récord. Y rival a batir: las apuestas de un país que fue imperio bizantino y otomano son las mismas que riegan de euros a una Mallorca que nunca fue imperio pero hoy manda en el verano mediterráneo: los turistas de Reino Unido, Alemania y esa Rusia llena de rublos por la que suspiran los hoteleros de todo el Mediterráneo. Los ingleses, que pese a la crisis que no cesa tienen libras para hacer turismo en muchos sitios, hace tiempo que son la gran fuente de euros del turco. Y desde este verano los rusos son los segundos clientes que más abundan, desplazando a los alemanes con los que tan mal casan a la hora de compartir destino turístico. Todo porque desde abril los rusos no necesitan visa para entrar en Turquía. Y se nota. Vaya si se nota: las llegadas de rusos han pasado de tres millones a más de cuatro millones. A ello contribuyen las mismas revueltas árabes que llenan Mallorca. El resultado es una cifra de ocupación media para todo el verano rotunda, redonda y casi plena: 90%, tasa que, como Mallorca, Turquía ha superado durante las cuatro semanas que concentran casi todos los calores y la mayoría de los viajes, esos 32 días que han alegrado turismo y cajas registradoras entre el 15 de julio y el 16 de agosto.

EGIPTO se deprime

La primavera árabe amarga el verano turístico egipcio

Y si Mallorca y Turquía son el paraíso del verano 2011, el infierno son los otros, que decía Sartre, al que el existencialismo no le dejaba tiempo para pensar en turismo, y mucho menos para hacerlo. Pero la frase viene al caso aunque tenga poco o nada que ver con Sartre y su premio Nobel: la sonrisa veraniega de Mallorca contrasta con las caras largas de quienes habitan ese infierno de otros. Como Egipto, que padece de euros, dólares y revueltas. Como dijo en la red social Twitter ese otro filósofo llamado David Bisbal, que también canta, "las pirámides nunca han estado tan vacías". No al menos desde que Egipto es una potencia turística. Que el verano piramidal está siendo malo. Nefasto. Ruinoso: con un 41% de ocupación es imposible amortizar las inversiones multimillonarias realizadas en la última década para dotar al país del Nilo y las pirámides que tanto gustan a Bisbal de los hoteles de lujo que a buen seguro frecuenta el cantante. En fin, que para la debacle del turismo de civilizaciones extintas también hay cifras: en julio la llegada de turistas cayó un 19%, según informa la Autoridad egipcia para el Desarrollo Turístico, que pese a reconocer el descalabro, advierte a mallorquines, turcos y otros triunfadores del verano 2011 que la situación está mejorando sensiblemente. También para eso tienen datos: cuando las revueltas comenzaron a extenderse por el mundo árabe allá por febrero, las reservas de hotel simplemente se esfumaron. Del cielo al infierno, con una caída del 80%. En mayo esa caída era del 35% respecto al mismo mes de 2010. Y en junio, del 25%. Julio ya lo saben, 19%, pero en agosto las cifras se aproximan a las previas al estallido del mundo árabe, para satisfacción de las cadenas que allí operan, de los egipcios y de Bisbal.

contagio árabe

Túnez, Argelia y los emiratos sufren, pero están de vuelta

Es decir, que este verano Mallorca gana por incomparecencia de los rivales. Pero Egipto pegará fuerte de nuevo. Y Túnez. Y Argelia, Yemen, Jordania, Libia o los Emiratos Árabes, que este año viven todos juntos en ese infierno de otros y de Sartre que está siendo la campaña turística 2011. Mientras en Libia caen bombas aliadas contra Gadafi y contra quienes le anden cerca (y, a veces, no tan cerca), en el resto de países árabes y del norte de África el polvorín está cerrado y la recuperación ha comenzado. En Túnez, potencia playera emergente de puro barato y nuevo, ya no hay más que manifestaciones esporádicas, como en Marruecos. Así que las cifras son malas, pero cada vez menos malas, que playear entre revueltas reales o hipotéticas no es del gusto del turista europeo, pero los precios de saldo que hoy cobran en esos países sí que están de moda entre los viajeros de crisis de esta Europa al borde de una recaída en la recesión y la política de billetes guardados. El resultado es que a Túnez, por hablar de un competidor de Mallorca más cercano que Cádiz o Huelva, se le han hundido un 47% los beneficios en los primeros siete meses del año y se le han escapado hasta los turistas más jugosos y derrochadores, los de julio: el mes pasado, la ocupación en Túnez fue del 47,2%. Por cada habitación ocupada, una vacía. Y gracias, porque ese dato, facilitado por el Ministerio de Negocio y Turismo, es el mejor de un año aciago en el que han visitado las costas históricas de la antigua Cartago la mitad de franceses (-46,5%) y alemanes (-53,3%) que en 2010. Un desastre infernal, que es de ellos y de otros. No se libran ni los Emiratos Árabes y sus resorts de lujo, que sufren ocupaciones por debajo del 65 por ciento, según la consultora especializada en turismo STR.

asia despega

Los destinos exóticos se ponen de moda para los europeos

Entre árabes inflamados y griegos a la revuelta, este verano los grandes competidores de Mallorca en la puja por el turista occidental están a la vuelta de un viaje a lo Marco Polo: China, Tailandia, Vietnam y Camboya se están llenando los bolsillos de euros y dólares. Así son las modas de lo alternativo: todos juntos y a la vez, aunque sea para ir al otro lado del mundo a comprar las mismas postales. Quédense un dato que habla de éxito: Bangkok aumentó un 78% su ocupación, que no es el doble que el año anterior, pero se acerca mucho gracias al mayor salto cuantitativo documentado por STR. Tampoco le va mal al Caribe, que en este verano septentrional logra ocupaciones tan rumbosas como el 85% de la Riviera Maya o el 74% de Cancún.

italia y españa avanzan

Los destinos de sol del mediterráneo europeo crecen

Pero no piensen que hay que ir a la China a buscar karatecas con los que luchar. A tiro de una hora de vuelo también hay rivales. No hablan mandarín ni están más de moda que otros años, pero siguen llenando sin inventar gran cosa. Aunque llenan menos que esta Mallorca triunfadora, cuyas cifras de ocupación son tan altas que nadie las alcanza. Ni Roma ni Paris. Ni Sicilia ni la Costa Brava. Tampoco Benidorm o Gandia. Ni Málaga y los fritos y playas de su Costa del Sol. Ni Canarias, ni Cádiz, Chipiona, Calpe, Peñíscola, Salou, Cartagena o Marbella. Nadie se acerca al 93% de ocupación media de Mallorca en el mes de julio, tasa que es tan alta como decir que no hay habitaciones (en algunos puntos de la costa, como Porto Cristo, la ocupación llegó al 97%).

Los únicos que rozan el éxito mallorquín son los negocios turísticos de Benidorm, con un 90,2% de ocupación en julio, según la patronal de la costa dorada, que ofrece un matiz que les abrillanta la sonrisa estival: la mejor ocupación se dio en los hoteles de cuatro estrellas. La calidad vende. Incluso en crisis. En el resto de destinos nacionales, apenas la ciudad de Cádiz (92%) y algunos puntos privilegiados de la Costa del Sol (Marbella) logran sumarse al club del 90% de ocupación, en el que, ya saben, mandan Turquía y Mallorca. Aunque no estar en el club no significa ir mal: salvo Murcia, Asturias, la mayor parte de Cataluña y algunas localidades aisladas de las costas de Cádiz y Huelva, los principales destinos turísticos mejoran este año sus registros turísticos. También lo hace Canarias, que crece pese a quedarse casi veinte puntos por debajo de Mallorca con una ocupación del 76%: de cada cuatro habitaciones, tres vendidas, proporción idéntica a la que documenta para el conjunto de España en julio la consultora Magma. Más cerca del paraíso de los euros que del infierno de los otros (que no es el de Sartre, que ya saben que no hacía turismo) está también Italia, que, ahogada por la misma tormenta financiera que hasta ahora la había pasado por alto, se aferra al turismo para intentar un amago de recuperación. ¿Les suena? Claro, en esas está España, que este verano perdió al fútbol con Italia pero empata en turismo. Las costa italiana registra una ocupación media del 82%, que roza al 90% en algunas islas, que empatan en insularidad con Mallorca pero pierden en turismo (en fútbol está por ver): el 93% de ocupación media hace de la isla del verano la reina del verano. Como debe ser.