No se llama copago, se llama externalización de servicios no asistenciales. Pero el usuario de la sanidad pública que la sufraga con sus impuestos y sus cotizaciones tiene que rascarse el bolsillo. Desde el pasado jueves 4 de agosto, la concesionaria de Son Espases comenzó a cobrar por el uso de las modernísimas televisiones instaladas en sus habitaciones. Y el precio a satisfacer por veinticuatro horas de televisión es de seis euros, dos más que lo que cobra una clínica privada.

La satisfacción de estos 6 euros es como pagar una tarjeta prepago que te da derecho a ver la televisión, hablar por teléfono con el exterior y, cuando se instale en los modernos aparatos, navegar por internet. Pero todo tendrá su precio. Si llamas mucho por teléfono, los seis euros te darán para ver menos horas de televisión. De la misma manera, navegar por internet costará un euro la hora que se descontará de los seis euros iniciales. Así que esta cantidad puede dar para ver poca televisión si te gusta navegar por la red o comunicarle a tus allegados cómo te encuentras.