Los dos familiares, madre e hijo, que la pasada semana fueron detenidos por protagonizar una presunta estafa que podría alcanzar los 200 millones de euros, consiguieron que las dos víctimas les firmaran hasta 40 escrituras de propiedades inmobiliarias, según confirmaron fuentes policiales.

Estas escrituras engloban la mayor parte de la fortuna del matrimonio de Llucmajor que ha denunciado que ha sido víctima de un engaño y que teme que va a perder todos sus bienes. Esta pareja de jubilados denunció los hechos cuando descubrieron que la mujer y su hijo de 20 años, que pasaron una noche detenidos en los calabozos de jefatura, iniciaban los trámites para vender sus fincas. La pareja afirmó que el joven se ofreció a ayudarles en la administración de su millonario patrimonio (no en dinero en metálico sino en fincas) y les dijo que conocía una fórmula para evitar pagar tantos impuestos. Esta fórmula consistía, según la denuncia, en que los propietarios de la finca firmarían una escritura de donación y que el joven figurara como vendedor. Les dijo que como solo tenía 20 años apenas tendría que pagar impuestos y que una vez realizada esta operación les entregaría la escritura de donación y no se utilizaría jamás.

El joven declaró que se trató de una donación voluntaria porque el matrimonio, que no tiene hijos, quería dejarle todo su patrimonio por la fraternal relación que mantenían desde hacía años las respectivas familias. Sin embargo, la pareja de jubilados afirma que jamás se planteó dejarle la herencia a este joven y que él abusó de su confianza cuando estaban dispuestos a ayudarle para solucionar sus problemas económicos. Estas escrituras de donación se firmaron sin nada a cambio, es decir, de pronto el joven y su madre pasaron a controlar una de las principales fortunas de Llucmajor. El joven se ha negado a renunciar a las escrituras de donación, a pesar de que los propietarios de las fincas le han denunciado por estafa.

Varios vecinos de la localidad han afirmado que el joven ha entrado en varias de las fincas y se ha presentado a los posaderos de las casas. Les dijo que es el nuevo propietario.

Las víctimas de esta supuesta estafa denunciaron los hechos ante la Policía, que detuvo a la madre y al hijo. Los jubilados confían en que se pueda demostrar que han sido víctimas de un engaño y se declare la nulidad de las escrituras, ya que les supondría la perdida incluso de su propia casa. Además, les quedaría pendiente una millonaria deuda con Hacienda por los impuestos de donación. La pareja afirmó en su declaración que le entregó 400.000 euros al joven de 20 años a través de talones al portador para que pudiera comprar una casa en sa Ràpita que, en realidad, nunca estuvo en venta. Fuentes judiciales han asegurado que, al margen de la cuantía económica, se trata de un pleito muy complejo y se tardarán varios años en resolverse. Los denunciantes quieren evitar que el joven pueda vender.