La inspección de Hacienda ha localizado un ingreso en metálico y en billetes de 500 euros, por valor de 40.000 euros, que el abogado de Sacresa, la empresa catalana que se adjudicó el solar de Can Domenge por la mitad de su valor real, realizó en una sociedad que comparte con dos socios. Se trata de una empresa, teóricamente sin actividad, que se creó para comprar dos ambulancias. Santiago Fiol, el abogado investigado, comparte esta sociedad con su asesor fiscal y con un médico de Eivissa que es, además, profesor de la UIB. Este ingreso se camufló como el pago de un informe, si bien la persona que lo hizo sostiene que no cobró la cantidad que se especifica.

Fiol es uno de los imputados en el caso Can Domenge. La Policía sospecha que actuó como intermediario en el presunto soborno que pudieron recibir los políticos de Unió Mallorquina de manos de los propietarios de Sacresa. El abogado fue identificado, aunque con dudas, por el capitán del yate de lujo de la familia Sanahuja, que ha declarado que en el mes de junio de 2006 realizó un viaje sorpresa a Mallorca para realizar la entrega de unas bolsas de plástico que, supuestamente, contenían dinero. El capitán sospechó que podría tratarse de un soborno, aunque él no vio nunca físicamente este dinero.

Fiol ha declarado dos veces en la pieza que la juez del juzgado de instrucción número 12 abrió tras la revelación de unos datos que indicaban los detalles del pago del presunto soborno. El abogado, defendido por el penalista José Ignacio Herrero, negó que hubiera actuado como intermediario en el pago del supuesto cohecho y, es más, negó que hubiera estado alguna vez en el barco de la familia Sanahuja.

Fiol fue de nuevo llamado a declarar semanas más tarde a raíz de que Hacienda detectara este ingreso en metálico, que figuraba como un pago por un informe. El letrado sostuvo que no recordaba los detalles de esta operación, pero señaló que habría recibido el pago por parte de Sacresa para hacer frente a los gastos notariales. Sin embargo, no aclaró el motivo por el que este dinero fue a parar después a una de sus empresas, que constituyó para comprar dos ambulancias. Tampoco indicó qué persona de la constructora le abonó este dinero. Se da la circunstancia que estos billetes se ingresaron en la cuenta de la empresa de Fiol un mes después de que se formalizara la venta del solar de Can Domenge, que fue vendido por el Consell de Mallorca.