El president no podrá cumplir en su totalidad la promesa de austeridad en los cargos públicos que pronunció en el debate de investidura. Aquel día José Ramón Bauzá aseguró en el Parlament que el organigrama de su Govern contaría con tres conselleries y 25 direcciones generales menos que el de Antich, recorte que según él llevaría a ahorrar 26,7 millones de euros en altos cargos en cuatro años. Pero los números no salen. Tal es el desfase entre la realidad y la intención de Bauzá que para lograr ese ahorro solo en altos cargos, el president debería lograr que los políticos designados por el PP para ocupar una vicepresidencia, seis conselleries, 32 direcciones generales, siete secretarías generales y una secretaría general adjunta estuviesen dispuestos a no cobrar y, además, pagar por trabajar.

La cuenta es clara: el organigrama del último Govern Antich se embolsaría 25,09 millones en los cuatro cursos que tiene la legislatura. O dicho de otro modo: un millón y medio menos de los 26,6 que prometió reducir Bauzá. Es decir, aún cobrando cero euros durante cuatro años, los altos cargos del nuevo president todavía tendrían que poner más de un millón de sus bolsillos para cumplir con el compromiso pronunciado por su líder en su discurso de estreno.

Las cifras chirrían tanto que ni desequilibrando la comparativa todo lo posible a favor de Bauzá sale una reducción que supere los 14 millones. Porque en esos 25 millones del organigrama Antich no solo están contemplados el presidente, los diez consellers, y los 66 directores generales y secretarios generales de la etapa Antich, sino también otros cargos políticos que aún no se le cuentan a Bauzá (todavía no se sabe cuántos nombrará). Es el caso de 24 responsables de alta dirección (eufemismo que se suele usar para colocar a gente de los partidos) y otros 15 altos cargos que había en el último equipo del ya senador Antich: sumando esos 39 altos directivos las nóminas del aparataje de Antich ascendían a 6,27 millones al año.

Ese montante contrasta con los 2,89 millones anuales que pagarán los baleares al vicepresidente económico, los consejeros, los directores generales, los secretarios generales y los únicos cinco altos directivos que le ha dado tiempo a nombrar al president. La diferencia (sin contar los jefes de gabinete y demás designados que aún le faltan por contratar al PP) arroja un ahorro anual de 3,38 millones. O 13,51 millones en la legislatura: la mitad de los 26,6 prometidos, que serán menos cuando se complete el esquema de mando.

Trasladado el cálculo a principios de semana al nuevo Govern, la única explicación obtenida al cierre de esta edición (anoche) era que en ese anuncio de Bauzá también se contemplaba el ahorro en "otros gastos". ¿Cuáles? Ayer aún no había respuesta, aunque otras fuentes del gabinete de Bauzá aclaraban que en los próximos días ofrecerán un cuadro detallado del recorte. Mientras tanto, la aclaración más transparente la pronunció el vicepresidente económico, Josep Ignasi Aguiló, que en una entrevista con DIARIO de MALLORCA apuntaba que el cálculo era matemática pura: bastaba sumar los salarios de los consellers y los directores generales de uno y otro Govern y multiplicarlos por cuatro años.

Así que toca sumar y multiplicar. En el presidente, Balears no ahorra un céntimo: Bauzá, como Antich, cobra 65.584 euros brutos al año. Sí hay ahorro en los sueldos del vicepresidente y los consellers: a razón de 57.882 euros por cabeza, los diez consellers de Antich cobraban 578.882 euros al año, cifra que en el caso de los siete de Bauzá se reduce a 347.292 euros. Y eso son 926.360 euros de ahorro en la legislatura que inicia el PP.

Ahorro en directores generales

Mayor es la diferencia en directores generales. Y no es para menos: Antich tenía 56, menos que Matas pero casi el doble que los 32 de Bauzá (31 más su jefe de gabinete, con rango de director general). Cada director cobra 53.964, con lo que los de Antich salían por 3.021.984 euros, mientras que los 32 del nuevo president le cuestan a los baleares 1.726.848 euros: un ahorro de 5,1 millones en la legislatura. También tiene Bauzá menos secretarios generales, aunque no muchos menos: diez contaba Antich, mientras que ocho (incluido el adjunto de Agricultura) tiene Bauzá. Y cobran como directores generales. Así que el ahorro en este caso en mínimo: 431.712 euros en cuatro años. El recorte de Bauzá hasta aquí: 6,3 millones de euros, aún lejos de los 26,6 prometidos.

Pero por ir un poco más allá y hacerle la puñeta al expresident Antich en favor del president Bauzá se incluye en el cálculo un último cuadro de mandos que no contempló el del PP en su promesa: los cargos de alta dirección y otros jerifaltes políticos, que ingresan entre 52.400 y 53.964 euros. Antich tenía 39 contratados en esa categoría y Bauzá de momento ha nombrado a cinco. Colocará más, pero, como aún no lo ha hecho, la comparativa no los cuenta, así que el ahorro en esta partida es de 7,2 millones. Tijeretazo total en cuatro años: 13.514.900 euros, cifra jugosa pero alejada de los 26,6 anunciados. Pura matemática, que diría el vicepresidente, aunque en realidad son matemáticas imprecisas y a favor de Bauzá: la nómina de altos cargos engordará en próximas semanas, por lo que la diferencia se alejará más de la promesa.

¿Cuánto más? A falta de que el PP lo explique, en el PSM tienen su cuenta. Y es más severa que la de este diario. "Cuando salió UM del Govern se redujeron tres conselleries, que permitieron ahorrar 500.000 euros al año en cada una, es decir 6 millones en cuatro años. Y tres es el número de conselleries que ha recortado Bauzá, así que la cuenta que hizo el president no es cierta". De similar opinión es el exconseller Manera, que en su último día en el cargo le explicaba a este diario que el ahorro de 26 millones prometido por Bauzá era "falso" y, además, "corto", comparado con los recortes de Antich: "En 2010 el Govern redujo 323 millones y solo cosechamos críticas del PP".