El líder del PP balear, José Ramón Bauzá, juró ayer su cargo como president del Govern en un acto celebrado en la Lonja de Palma en el que mostró su deseo de "ser algo así como el alcalde de las Illes Balears". Bauzá insistió en su discurso en las principales ideas que expuso el pasado martes en el debate de investidura en el Parlament, como la oferta a la oposición de pactos de Estado en varias materias, a la vez que aprovechó para intentar alejar temores respecto a lo que será su gestión en materia sociosanitaria, cultura o territorio.

"Quiero decir hoy a los que todavía tengas dudas que los servicios sociosanitarios, tan necesarios en épocas como las que vivimos, están tan garantizados como si gobernara cualquier otro partido y que, además, tengo la confianza en que podremos mejorarlos", afirmó el president. Por ello, pidió que no se "busquen más titulares" que transmitan lo contrario, ni tampoco que "pretendan" un alejamiento de "nuestra cultura, nuestra idiosincrasia o nuestro territorio". En este sentido, sin mencionar en ningún momento la política lingüística, aseguró en que su "compromiso con la cultura y nuestro territorio es total".

En presencia del ministro de Educación, Ángel Gabilondo; el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, y la vicesecretaria de organización del partido, Ana Mato, Bauzá no eludió el tema de la corrupción, aunque no mencionara textualmente esta palabra. Sobre esta cuestión, sostuvo que en su Govern "está permitido equivocarse" pero "no está permitido traicionar la confianza de las personas, de la sociedad" y que "eso no puede volver a pasar". Agregó que no está dispuesto a que se de "ningún paso atrás en el camino de recuperar la confianza de la sociedad", algo que consideró como "uno de los grandes objetivos y retos que la clase política ha de afrontar" y que él se mostró "dispuesto a liderar".

También tuvo palabras para quienes aún le consideran una incógnita y, para dejar claras sus intenciones, lo hizo poniendo de relieve su renuncia a grandes proyectos desmesurados, algo que, aunque no lo dijo expresamente, fue una de las características del Govern de Jaume Matas. "No tengo ningún proyecto estrella bajo la chistera, no hay anuncios a bombo y platillo, no habrá sorpresas porque no las quiero", resaltó el president quien afirmó que le "satisface" ser "previsible".

Precisó que su único "proyecto estrella es el día a día" y se comprometió a "servir a todos los ciudadanos" con "honradez y lealtad a su confianza, desde la libertad, sin que ningún interés ideológico o partidista esté por encima de la libertad y de la dignidad de las personas", así como actuar "desde la austeridad y el compromiso por hacer que las cosas cambien a mejor".

Junto a ello, recordó que su trayectoria política se inició hace doce años en el Ayuntamiento de Marratxí y alabó la política municipal por "su cercanía, exigencia, la dedicación que requiere, la humildad, el altruismo y la vocación de servicio", unos valores que exigió que mantengan todos los que trabajen en su Govern.

Al igual que hizo en el debate de investidura en el Parlament, resaltó que uno de sus principales objetivos será el de intentar que en Balears se "genere empleo", para lo cual reiteró que su Ejecutivo adoptará medidas para "ayudar" a la iniciativa privada "con un marco de seguridad jurídica y facilitando las cosas". Añadió que tampoco se puede retrasar más "la renovación del modelo turístico", que debe realizarse con el "liderazgo" de "los empresarios del sector".

Además, no olvidó a los soldados españoles heridos ayer en Afganistán y dedicó un "fraternal abrazo a todos los familiares y miembros del Ejército, en especial a los desplazados que sirven a nuestro país, España, más allá de nuestras fronteras".