Bartomeu Vicens, el exdiputado de Unió Mallorquina, hoy en prisión por corrupción, se enfrenta a otra petición de la fiscalía, que le reclama tres años y diez meses de cárcel por regalar dinero público a un amigo suyo. Se trata de Alfredo Conde, exdirector de Ona Mallorca y propietario de la empresa Studio Media Comunicació, una de las productoras que están siendo investigadas en el llamado caso Maquillaje. Vicens será de nuevo juzgado por un delito de malversación de caudales públicos y prevaricación administrativa. Anticorrupción le reclama la misma pena por la que fue condenado por regalar 12.000 euros de dinero público a su antiguo contable, tras haberle proporcionado una serie de facturas falsas para que su empresa Metalumba pagara menos impuestos. Vicens compartirá el banquillo con Alfredo Conde y con su esposa Elisabet Diéguez. Esta mujer es la administradora de la empresa Metalumba, aunque la fiscalía considera que es una testaferro. También se la investiga en el caso Son Oms. Tanto ella como su marido están acusados de un delito de malversación y la fiscalía reclama para cada uno una pena de dos años y tres meses de prisión.

También será juzgado como cómplice en los delitos de malversación y prevaricación Joan Josep Mas Roig, el antiguo director insular de Patrimonio del Consell, en la época de UM.

El escrito de acusación detalla que en el año 2004, mientras Vicens ocupaba el cargo de conseller del Consell de Mallorca, decidió "de manera arbitraria" beneficiar con fondos públicos a la sociedad Studio Media Comunicació. El fiscal señala que Vicens mantenía una estrecha relación de amistad con los dueños de esta empresa y además en el periodo entre 2001 a 2003 había cobrado, como asesor jurídico de la sociedad, la cantidad de 9.011 euros. Su condición de asesor legal, según la acusación, le impedía intervenir en cualquier contrato que la institución insular pudiera tramitar con esta empresa. De hecho, según la ley de contratos, estaba obligado a abstenerse en cualquier procedimiento administrativo con esta sociedad y, además, debía comunicar su relación a su superior.

Sin embargo, Vicens inició la tramitación de un expediente de contratación para que se le pagara dinero público a la empresa de su amigo sin que el Consell recibiera nada a cambio. Así, según detalla el escrito de acusación, el antiguo conseller, entre julio y diciembre de 2004, inició cuantos trámites administrativos fueron necesarios para que se contratara a la empresa de Alfredo Conde para una asistencia técnica a una serie de televisión llamada "Elements patrimonials de Mallorca". A cambio de esta asistencia, y sin haber superado ningún concurso público ni haber demostrado ningún conocimiento técnico, el amigo de Vicens cobró11.930 euros. No consta que dicha asistencia técnica se realizara, entre otras cosas porque este reportaje de televisión ya se había emitido el año anterior, antes de que se iniciara la tramitación administrativa.

En el expediente de contratación, entre otros trámites, se solicitó un informe del director general sobre la necesidad del contrato y un dictamen jurídico. Fue Vicens quien ordenó personalmente el pago.

Para la fiscalía, Vicens no solo no podía intervenir en este expediente, sino que sabía que esta empresa no podía recibir contratos públicos porque no estaba al corriente de sus obligaciones tributarias y de la Seguridad Social. Al ser Vicens asesor jurídico de Studio Media debía conocer la situación tributaria de la sociedad. El fiscal detalla las deudas que tenía pendiente la sociedad con Hacienda, ya que no había presentado las declaraciones de IVA ni había abonado las retenciones de sus trabajadores. Mientras se tramitaba el expediente, la Agencia Tributaria envió un certificado al Consell señalando que la empresa no podía recibir fondos públicos al no estar al corriente del pago de impuestos. Anticorrupción afirma que Joan Josep Mas, como director general, realizó un informe sobre la necesidad de contratación. Sostiene la acusación que sabía que la serie de televisión ya se había realizado el año anterior, entre otras cosas, porque él había intervenido en un programa.