Carlos Salcedo se ha formado como médico en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín (Colombia). Y ahora comienza un periplo de cinco años de residencia en el hospital universitario de Son Espases tras el que confía acabar con la especialidad de cirujano maxilofacial.

Y pese a que su madre y su hermano le aguardan al otro lado del Atlántico, no le haría ascos a desarrollar su carrera profesional en este archipiélago. Eso sí, si recibiera una atractiva oferta de trabajo en estas islas.

Carlos es uno de los 147 nuevos residentes que ayer comenzaron su formación especializada en alguno de los hospitales y centros de salud de las islas. Entre estos 147 residentes hay 118 médicos, tres psicólogos, 4 farmacéuticos, 2 biólogos, 1 químico, 1 radiofísico y 18 enfermeras. Según la especialidad a la que opten, los médicos tendrán que realizar entre 4 y 5 años de prácticas remuneradas; dos años las enfermeras y de tres a cuatro años el resto de profesionales (farmacéuticos, psicólogos, biólogos, químicos y físicos).

Por islas, en Mallorca realizarán su formación especializada 127 residentes; cinco la harán en Menorca y 15 en Eivissa. Del total de facultativos, 41 serán futuros médicos de familia que se formaran en las tres islas distribuidos de la siguiente manera: 27 en Mallorca, 5 en Menorca y 9 en Eivissa.

En Balears hay acreditadas un total de diez unidades docentes adscritas a los hospitales (Son Espases, Son Llàtzer, Manacor y Can Misses), a los centros de medicina familiar y comunitaria de Mallorca, Menorca y Eivissa, la unidad de medicina del trabajo, la de comadronas y la nueva unidad docente multiprofesional de Salud Mental que, como recalcó el conseller Vicenç Thomàs en el acto de bienvenida, es de nueva creación y en ella podrán formarse tanto psiquiatras, como especialistas en psicología clínica y enfermeras de salud mental.

También apuntó el conseller que se ofrecen nuevos objetivos docentes en el servicio de hematología de Son Llàtzer y los de dermatología y radiofísica hospitalaria del novísimo Son Espases.

Thomàs animó a los nuevos residentes a quedarse en las islas –"son tierra de acogida y de alto nivel de vida"– tras su periodo de formación al asegurar en su parlamento de bienvenida que "nuestro deseo es que os quedéis en nuestro sistema sanitario, que tiene unos grandes retos futuros. Que este sea el primer día de una estancia larga y duradera".

También les emplazó a aportar "vuestra cada vez más amplia competencia a un sistema sanitario cada vez más exigente", advirtió a los nuevos residentes de que verán "cambios organizativos en varios hospitales" y les instó a mejorar el tratamiento afectivo con sus pacientes ya que se trata de personas por encima de todo.

Tras el discurso, que concluyó con una despedida a la mallorquina –"Siau benvinguts"–, el joven Josep Cortés, formado en la Universidad de Lleida y que aspira a consagrarse como pediatra en esta comunidad, estaba ya bien informado de la notable carencia de profesionales de esta especialidad que padecen las islas. "Me quedan cuatro años de formación de los que espero disfrutar y luego, el tiempo lo dirá. Si tuviera una oferta de trabajo suculenta, no dudaría en continuar trabajando aquí. Mi familia está en Lleida, pero todo es manejable", dijo. La química Marina Villar, que viene desde la Universidad de Jaén para especializarse en radiofarmacia durante los próximos tres años, no lo tenía tan claro. "No. Yo volveré. La familia tira mucho", dijo.

Independientemente de si se quedarán o se marcharán , por delante les queda unos años de duro trabajo. Y no todos tienen garantizado acabar bien su aventura sanitaria balear ya que, como recordó Isabel Llompart, jefa de estudios de formación especializada de Son Espases, "los exámenes anuales y los controles son cada vez más estrictos".