Mayoría absoluta del PP en un Parlament en el que populares y socialistas aumentan sus escaños, mientras que la coalición PSM-IV-Entesa pierde un diputado con el riesgo de quedarse también sin el que obtuvo en 2007 en Menorca, y los ex uemitas reconvertidos en Convergència per les Illes quedan fuera de la Cámara balear, al igual que Esquerra Unida, la Lliga impulsada por el ex popular Jaume Font y UPyD. Este es el nuevo dibujo del Parlament que surgiría tras las elecciones del 22 de mayo, según los resultados de una encuesta realizada por Gadeso durante el pasado mes de abril. De acuerdo con este sondeo, las urnas repartirán los 59 escaños en juego entre populares, socialistas y PSM-IV-Entesa, sin que el importante peso del voto indeciso llegue a poner en riesgo el triunfo del PP.

La encuesta confirma la tendencia al alza del partido que lidera José Ramón Bauzá, quien si se cumple el resultado llegará sin problemas a la presidencia del Govern en su estreno como candidato autonómico. Los populares obtendrían 30 ó 31 escaños, frente a los 28 con los que cuentan en la actualidad. La victoria del PP, sin embargo, no se produciría por una temida debacle del PSOE balear que, contra muchos pronósticos, no sólo no sufriría en las urnas un castigo electoral sino que aumentaría su representatividad en el Parlament, con dos escaños más obtenidos en Mallorca al que se sumaría el diputado de Formentera, que arrebataría a la AIPF tradicionalmente aliada con el PP.

Sin embargo, la pérdida para la coalición PSM-IV-Entesa de uno de los cuatro diputados que logró en 2007 en Mallorca el Bloc (la coalición liderada por el PSM en las pasadas elecciones), la posibilidad de perder también a favor del PP el escaño obtenido hace cuatro años en Menorca, cuando se presentó en alianza con Els Verds, y la desaparición de UM del mapa autonómico institucional deja a los partidos que forman el actual Govern sin posibilidades de mantenerse en el Consolat de Mar.

La diferencia entre un incremento de dos o tres escaños para las filas populares dependerá del nivel de abstención que se produzca en Menorca, en donde el PSM corre más riesgo de perder su diputado en la medida en que el número de votantes que opte por no acudir a las urnas sea mayor. Este escaño iría a parar a las filas del PP, que además sumarían otros dos diputados en Mallorca, en donde populares y socialistas se repar tirían el escaño que pierde el PSM y los tres que obtuvo UM en 2007. Así, las urnas premiarán a PP y PSOE, aunque para este último será un pobre consuelo al quedarse sin opciones de gobernar frente a un PP que obtendría los mejores resultados de su historia en Mallorca.

Si se cumplen los resultados de la encuesta, el comportamiento final del voto indeciso no modificaría la recuperación por parte del PP de la mayoría absoluta que perdió en 2007, aunque sí el que pudiera quedarse con el diputado del PSM de Menorca y el porcentaje con el que triunfaría.

El sondeo de Gadeso plantea distintos escenarios según aumente o disminuya la abstención en función de la capacidad de los partidos de convencer a parte de los votantes indecisos. En el caso de Mallorca, a la que corresponden 33 escaños, es donde se produce el gran ascenso de PP y PSOE, que obtendría cada uno dos escaños más que los logrados en 2007 sea cual sea la abstención, aunque en el caso de aumentar favorecería al PP, un partido que cuenta con una elevada fidelidad de voto. A ello se suma que la posible recuperación de votantes indecisos por parte de PSOE y PSM-IV-Entesa es menor si la abstención es elevada que si se produce una alta participación.

En Mallorca, extrapolando los resultados del sondeo, prácticamente la mitad de los votantes tendría decidido a qué partido respaldarán en las urnas, mientras que el 26 por ciento optará por la abstención. Así, la posible recuperación de votantes procedería de casi el 25 por ciento que se muestra indeciso, un grupo formado en su mayor parte (casi el 60 por ciento) por votantes del PSOE en 2007 que ante estas elecciones no han decidido si mantendrán este apoyo, una situación que afecta a los socialistas en todas las islas. No obstante, incluso en el peor de los casos, el PSOE no sufriría una considerable caída porcentual respecto a los resultados que obtuvo hace cuatro años, al contrario que el PP que, a pesar de sumar dos escaños más, lograría menor porcentaje de votos.

Así, en el caso de que el 22 de mayo la abstención en Mallorca aumentara un 5 por ciento con respecto a los comicios de 2007, el PP sumaría ese mismo porcentaje al 38 o 39 por ciento de voto decidido a su favor, lo que le dejaría con un 43 o 44 por ciento del total de los votos, es decir, tres o cuatro puntos menos de los que consiguió en la isla en las pasadas elecciones. En cambio, si la abstención disminuye en un 5 por ciento, la recuperación del voto indeciso popular representaría el 3 por ciento del total, de tal modo que los populares se quedarían con un 41 o 42 por ciento de los votos. En ambos casos, una vez aplicada la Ley d´Hont, sería el partido más votado con 18 escaños por Mallorca, frente a los 16 que obtuvo en 2007.

En cambio el PSOE, con un voto asegurado de entre el 25 y el 26 por ciento, podría alcanzar el 30 por ciento si la abstención aumenta en un 5 por ciento, recuperando a parte de sus votantes indecisos. Ese 30 por ciento es el mismo resultado que obtuvo en la isla en los comicios de 2007 para el Parlament y que superaría hasta alcanzar el 32 por ciento en el caso de que disminuyera la abstención, al convencer a un mayor porcentaje de indecisos. El resultado en número de escaños para el PSOE sería el mismo en los dos escenarios y lograría 12 diputados, es decir, dos más que hace cuatro años.

En cambio, una mayor participación no será suficiente para evitar que la coalición PSM-IV-Entesa pierda uno de los escaños que obtuvo el Bloc en las pasadas elecciones autonómicas, quedándose con tres diputados y sin alcanzar en ninguno de los posibles supuestos el 11 por ciento que obtuvo en 2007. De hecho la desaparición del Bloc provoca una división del voto de la izquierda entre sus distintos integrantes (PSM, EU-Verds y ERC) que la actual coalición PSM-IV-Entesa sólo lograría recuperar en parte si la abstención disminuye en un 5 por ciento. Tanto Esquerra Unida como ERC quedan fuera del Parlament, al igual que Convergència, partido que no consigue recuperar a los antiguos votantes de UM que en parte están indecisos y en parte optan por el PP y, especialmente, por la Lliga Regionalista de Jaume Font, que tampoco logra escaños.

En Menorca, una mayor abstención llevaría al PP a arrebatar el escaño al PSM-Entesa, una situación a la que favorece el que los nacionalistas y Els Verds hayan decidido no repetir su coalición de 2007. En cambio, en el caso de una alta participación electoral se produciría el mismo reparto de escaños que en 2007, es decir, 6 para el PP, otros 6 para el PSOE y 1 para el PSM-Entesa. La alta participación también mejoraría el porcentaje de apoyos con los que el PSOE mantendría sus escaños, pudiendo igualar al PP con un 41 o 42 por ciento de los votos.

En Eivissa, en donde el porcentaje de quienes tienen decidido no acudir a las urnas es superior al de las otras islas, se produce la misma situación porcentual a favor del PP si se hay una elevada abstención, aunque en cualquiera de los casos populares y socialistas mantendrán los seis escaños de 2007. En Formentera, en cambio, el volumen de participación apenas influye en un resultado que daría el escaño a la coalición formada por PSOE y Gent per Formentera.