El juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa ha imputado al párroco de Sant Josep y director del Colegio Can Bonet, Josep Lluís M. F., por presuntos delitos de abusos sexuales a menores. Contra el religioso, detenido el lunes y posteriormente liberado con cargos, se han formulado al menos dos denuncias, aunque fuentes judiciales no descartan más afectados.

La investigación del caso se inició cuando los padres de una supuesta víctima relataron los hechos a la policía local de Sant Antoni de Portmany. Los agentes hicieron averiguaciones en el entorno del centro educativo sin tomar declaraciones formales. Después de acumular indicios, trasladaron el caso a la Guardia Civil que, en presencia de los padres, recabaron testimonio a ocho alumnos. Dos de ellos presentaron denuncia y el resto desestimó emprender actuaciones judiciales porque consideraban que los hechos acaecidos en el colegio, que se remontan a uno o dos años atrás, carecían de importancia.

El arresto del capellán se produjo el pasado lunes. Ese mismo día por la tarde, el juez de Instrucción número 2 de Eivissa, en funciones de guardia, acordó la libertad provisional de Josep Lluís M. F. una vez que la Fiscalía no solicitó su encarcelamiento. A instancias del ministerio fiscal, el magistrado sí le prohibió acercarse al centro escolar y a las víctimas.

"Dedicación generosa"

El Obispado de Eivissa defendió a su cura, de quien destacó su "conducta intachable" y una "dedicación generosa y competente en las tareas pastorales que se le han encomendado". El Obispado asegura que no ha recibido "directamente" ninguna acusación contra J. Lluís M. F. "ni queja alguna sobre su comportamiento".

Aunque dice respetar la intervención de la policía, la Guardia Civil y el juez, "rechaza enérgicamente la actuación de algunas personas" que han puesto en entredicho la honorabilidad del sacerdote. La máxima autoridad eclesiástica de la isla "invita" a los afectados a presentar las quejas y denuncias ante el vicario judicial Miguel Ángel Sánchez, nombrado juez instructor encargado de las investigaciones preliminares relacionadas con este caso.

Con carácter "precautorio", la diócesis ibicenca ha suspendido al religioso en sus funciones de director y profesor del Colegio Can Bonet, pero le mantiene al frente de las parroquias de Sant Josep y de Nuestra Señora del Carmen de es Cubells. "Hasta que se resuelva judicialmente este asunto, el Obispado de Eivissa reclama el respeto del derecho constitucional a la presunción de inocencia del afectado y no ve razón para imponer de momento una sanción canónica al sacerdote en cuestión", manifestó el juez eclesiástico Miguel Ángel Sánchez en una rueda de prensa.

Este es el segundo escándalo que salpica a la Iglesia balear en menos de un mes. El Obispado de Mallorca apartó de sus oficios pastorales y prohibió el ejercicio público de su ministerio al rector de la parroquia de Can Picafort –que también ejercía como vicario de Pollença–, ante las informaciones sobre una presunta conducta irregular cometida en el pasado. El sacerdote está siendo objeto de una exhaustiva investigación interna por parte de la Iglesia de Mallorca por haber abusado presuntamente de niñas de dentro y de fuera de la isla hace más de una década.