Joan Verger, expresidente de la Autoridad Portuaria de Balears, presta declaración desde las 10:00 horas en calidad de imputado ante el titular del juzgado número 8 de Palma, encargado de instruir el caso Mar Blau. Tras Verger, declarará el director de la APB, Ángel Matías.

Las defensas de los imputados cuestionarán la validez de las cintas como pruebas contra sus clientes. Estas grabaciones implicarían a Joan Verger y a Ángel Matías en la manipulación del concurso.

La fiscalía anticorrupción sospecha que responsables de la APB se conchabaron con el grupo Marsans para amañar al menos dos importantes concursos: el del Club Marítimo de Maó y unos amarres en Ibiza Nueva (Eivissa). El caso fue denunciado en octubre del 2008 por un miembro del Club Marítimo de Maó, que aportó una grabación de una conversación donde intervinieron Verger y Matías, entre otros. De esa cinta se podría deducir que Verger y Matías habían pactado con Trapsa Yates para que ésta cediera la concesión del Club Marítimo de Maó a dicha entidad a cambio de otros valiosos amarres y de conseguir nuevas explotaciones en Palma e Eivissa, según los denunciantes. El comité técnico de la APB había puntuado a Marsans con el número 1 y al Club Marítimo con el 2.

Verger, en su primera declaración, explicó que los propios denunciantes estuvieron de acuerdo en compensar a Marsans por los gastos del concurso y adjudicarse ellos sus antiguos amarres. El ex presidente del Consell de Mallorca por el PP también relató cómo esas negociaciones no prosperaron y, por tanto, no se produjo ninguna alteración del resultado del concurso. "Recibí presiones de Joana Barceló (PSOE) y de un alcalde menorquín del PP para que el Club Marítimo no perdiera los amarres; también me llegaron unas dos mil firmas en ese sentido, y acepté mediar entre el Club y Trapsa Yates", dijo Verger.