Timo Riiho (1950, Kymi, Finlandia) proviene de las antípodas educativas de Balears. Mientras el archipiélago sigue obteniendo los peores resultados de Europa, Finlandia brilla por sus buenos indicadores. Este doctor en Filología Románica, profesor de la Universidad de Helsinki y ex director del Instituto Iberoamericano de Finlandia impartió ayer una conferencia en el club DIARIO de MALLORCA explicando las claves del sistema educativo finés y porqué no es extrapolable a España.

–¿Cuál es el secreto del éxito educativo de Finlandia?

–El modelo educativo finlandés no se puede calcar, porque cada país tiene su historia y sus tradiciones. Los factores esenciales que garantizan un buen resultado, o relativamente bueno, porque los resultados de PISA hay que mirarlos con cautela, serían en primer lugar que allí la figura del profesor es respetada. Segundo, el sistema educativo es unitario, democrático, totalmente público y gratuito. No hay escuelas concertadas ni privadas. España no puede pasar de la noche al día a este sistema, es imposible. Otro factor que trae la tranquilidad a las escuelas es que no hay discusión política sobre el modelo. No se cambia, se acepta. Ayer leí en este diario que uno de cada dos estudiantes de Balears no llega a terminar los estudios, y eso no me lo explico, en Finlandia eso no se permite. Hay una ley que obliga a los padres a ocuparse de que sus hijos acaben por lo menos la enseñanza obligatoria, y si no se ocupan entran en juego las autoridades. Por eso no hay fracaso, ni repetición. Se evita siempre la repetición, cuando un profesor detecta que un alumno tiene dificultades se le da una enseñanza adicional y si se ve que tiene problemas de tipo social o psicológico entran los psicólogos. Se intenta evitar la repetición a toda costa, porque repetir es como un castigo social para el alumno.

–¿En Finlandia la figura del profesor es valorada socialmente?

–Sí, para empezar porque todos están muy bien formados. Todos los que están en Primaria y Secundaria tienen un máster de pedagogía. Los de Bachillerato y parte de la Secundaria tienen un máster de su especialidad, más la formación pedagógica. Por ese rango académico alto se les valora. Pero también se quejan, igual que aquí. Pero es un hecho que es una profesión valorada y relativamente bien pagada, aunque no hay mucha diferencia con los sueldos de España. Es incluso una profesión codiciada pues entrar en las facultades de pedagogía es muy difícil. Hay numerus clausus muy altos y sólo entra un porcentaje muy modesto de los aspirantes.

– Quizás mitificamos un poco las escuelas finlandesas. Dígame la verdad: ¿Cuántos alumnos hay por clase?

–Depende. La financiación de la educación viene a medias por el Estado y los municipios. En aquellos que tienen dificultades económicas puede haber entre 30 y 40 alumnos en una clase.

–¿Qué debemos hacer en Balears para parecernos a Finlandia?

–Mejorar la valoración del profesorado, con la formación. Que sean profesionales de alto nivel, con alta titulación, y con buenos sueldos.

–En Balears tenemos la dificultad añadida de la inmigración. Algunos colegios ponen a los recién llegados que no conocen la lengua en un aula aparte para que no frenen el progreso de los otros, ¿cree que este sistema es adecuado?

– En Finlandia sólo tenemos este problema en algunos barrios de la capital. Los maestros de algunas comunidades cercanas a Helsinki piden a las autoridades que eviten la concentración de extranjeros que no saben finés en determinadas escuelas. Hay que mezclar y evitar los guetos, para que aprendan la lengua, pero hasta cierto punto, hasta cierto porcentaje.

–¿Cree que la evaluación del profesorado sirve para algo?

–En Finlandia se hace cada vez más una evaluación continua del profesorado, para ver si se sube o baja el sueldo. En los colegios está empezando. Creo que no es efectivo, es un desgaste de tiempo. Es un proceso muy burocrático, todo el mundo pierde mucho tiempo. Además es muy desmoralizante para el profesor.

–Aparte del sol, ¿qué interesa a los nórdicos de España?

–Yo trabajo formando a profesores, a intérpretes y a gente que trabaja en compañías internacionales. Y es que el idioma español ofrece un mercado laboral importante. Es una lengua con casi 400 millones de hablantes. El segundo motivo es que la cultura española es atractiva. En la Costa del Sol y en la Costa Brava hay una comunidad estable de 30.000 finlandeses, y no sólo jubilados. El clima es una de las causas, y la buena comida y la bebida barata (risas)...

–Habla finés, español, francés, alemán, portugués, inglés, euskera y comprende el catalán. ¿Aprender lenguas sirve para mantener despierto al cerebro?

–Sí, y practicarlas. Una vez conseguido determinado dominio, hay que practicarlo constantemente porque si no baja el nivel. Yo intento practicar y siempre que puedo utilizo estas lenguas.

–En España parecemos incapaces de hablar inglés como lo hace el resto de Europa, ¿en qué fallamos?

–Incapaces, no, pero sí es curiosa la diferencia entre España y Portugal. El portugués es una lengua importante también, se habla en Brasil, Angola y en Mozambique, pero los portugueses hablan mejor el inglés y el francés que los españoles, ¿por qué? Por que España es un país grande e importante y cuando el español sale de su país cuenta con una altísima probabilidad de gente que hable español. Los finlandeses somos 5 millones y pico y fuera de nuestro país prácticamente nadie habla nuestra lengua, tenemos que aprender lenguas extranjeras. Otro motivo, entre muchos, podría ser la mala manera de doblar las películas. También está el tema del nivel de la formación del profesorado. Las instituciones donde se forma a los profesores de lenguas en España a lo mejor no tienen el mismo nivel que en el norte de Europa.