Funcionarios del Consell de Mallorca imputados o testigos en el sumario del caso Cloaca, una presunta red de desvío de fondos públicos en el Consell de Mallorca, acusan a la exportavoz de Unió Mallorquina Catalina Julve de estar enterada y tolerar el amaño de un concurso público por casi 30.000 euros. Según la Policía, alguien de la conselleria insular de Cooperación Local alteró, en 2006, un concurso para la compra de sillas de plástico para que lo ganara Simón Galmés, un empresario de Manacor vinculado a UM.

En el atestado del Grupo de Delitos Económicos de la Policía constan, en realidad, dos posibles adjudicaciones a dedo de concursos para la adquisición de sillas de plástico. La primera tuvo lugar a finales del 2005 cuando la conselleria de Cooperación Local estaba dirigida por el político de UM ya fallecido Miguel Riera.

La ganadora de aquel concurso fue Almacenes Rullán. Miguel R.C., imputado en el sumario, era militante de UM y explicó que "el Consell nos invitó a tres empresas de nuestro grupo (Rullán) a ese concurso negociado; cuando las 3 empresas son del mismo grupo, tanto el Consell como las empresas ya saben de antemano quién va a ganar el concurso". "Mi militancia en UM quizás sirvió para ganar aquel concurso", añadió. Al cabo de unos pocos meses, el Consell volvió a convocar otro concurso restringido para comprar otro lote de sillas de plástico.

"Fuimos invitadas dos de nuestras empresas a aquel concurso, la tercera era Ses Nostres Eines (de Simón Galmés), manifestó Miguel R. C. El empresario reconoció a continuación que, desde la conselleria de Cooperación Local, "me dijeron que renunciase, que me apartase de ese concurso". Así únicamente quedó como licitador Ses Nostres Eines, empresa de Simón Galmés, acusado también en el sumario de desviar fondos públicos del Consell simulando prestar un servicio de control de las empresas que hacían la recogida selectiva de basuras en Mallorca. Miguel R. apostilló que, al pedirle que se apartara, pensó que "esta vez (el concurso) le toca a otro".

Beneficios del 100 por 100

La Policía ha llegado a la conclusión de que Galmés consiguió por aquel contrato un 100 por 100 de beneficios, dado que compró las 2.150 sillas de resina de plástico a 6 euros y las revendió al Consell a casi 12 euros por unidad.

Repasando las facturas de aquella operación, los investigadores han localizado otra llamativa situación: Galmés cobró del Consell 29.500 euros por las sillas de plástico en diciembre del 2006.

Sin embargo, en esa fecha, ni tan siquiera habían sido fundidas las sillas, puesto que la factura del fabricante entregando el material es del 25 de enero del 2007.

Entre las explicaciones dadas para ese supuesto trato de favor a Galmés, destacan dos: una que el empresario pidiera al Consell "un adelanto" porque andaba mal de dinero y otra que se abonase la factura para que no se perdiera esa partida en el Consell.

La Policía, con base en las declaraciones y documentos incautados, apunta a que la consellera Julve, o la número dos de su departamento, Coloma Castañer, pudieron participar en el supuesto fraude al Consell al alterar aquel concurso.

El conseller invita

Una veterana funcionaria del Consell ha declarado que "la iniciativa de invitar a determinadas empresas a los concursos negociados sin publicidad parte del conseller (Riera o Julve) o del secretario técnico (Coloma Castañer)". "No es posible que se amañe un concurso como el de las sillas sin que la decisión venga del conseller o del secretario técnico; tampoco creo que a ningún funcionario se le ocurra decir a dos empresas que se retiren de un concurso", añadió la testigo.

Por su parte, Coloma Castañer ha aseverado que "siempre cumplí las órdenes del conseller Miquel Riera y, luego, de la consellera Catalina Julve". La exdirigente de UM no ha sido todavía interrogada sobre este contrato, pero ha negado cualquier irregularidad.