Unió Mallorquina pasó ayer a mejor vida al ser fulminada por sus órganos de dirección. El partido regionalista, que con sólo tres diputados llegó a tener todo el poder en Balears hace sólo 4 años, cambia de nombre y pasará a denominarse Convergència de les Illes Balears. Esta importante decisión fue tomada ayer por la noche con el 85% de los votos favorables del Comité Nacional reunido con carácter extraordinario tras desencadenarse el Caso Picnic. La junta ejecutiva de UM dimitió en bloque para dejar manos libres a su presidente, Josep Melià, para nombrar un nuevo órgano de dirección que dirija el destino de la nueva Convergència de les Illes Balears.

El Comité Nacional de UM también tomó otras dos decisiones de calado en la noche de ayer. La primera fue disolver el comité local de Palma por su vinculación con los presuntos casos de corrupción política que están salpicando al partido desde el pasado viernes. Por último, decidieron cambiar de sede social y abandonarán el histórico local de la calle Sindicat de Palma.

Los cambios acordados ayer tuvieron un 7,5% de los votos en contra y una abstención también del 7,5%. La propuesta de cambio de siglas fue una apuesta personal de Melià y su ejecutiva. Según ha podido saber este periódico en un principio hubo bastante división interna hasta que Melià puso sobre la mesa su dimisión en caso de no aprobarse la puesta en marcha del nuevo partido. Al final, la mayoría de los 100 integrantes del comité nacional optaron por la propuesta de la presidencia.

Josep Melià compareció ayer noche arropado por todo su comité nacional. En el momento de anunciar el nuevo nombre, la sede de la extinguida UM rompió en aplausos que duraron varios minutos. Melià explicó que la decisión del cambio de siglas responde a que el nombre de UM está "estigmatizado y criminalizado". Estas modificaciones tienen el objetivo de propiciar la salida de un "pasado envenenado que se debe dejar atrás dado que no tenemos nada que ver con él la gran mayoría de personas que estamos en el partido". El presidente de UM condenó las "practicas clientelares" y la "lacra de la corrupción", cuando se le preguntó por las detenciones del Caso Picnic. Josep Melià denunció la "judicialización de la vida política" y añadió que no comparten "determinadas actuaciones y el trato diferente que han dispensado a UM". Recriminó "la falta de cautela a 80 días de unas elecciones registrando nuestra sede con actuaciones mediatizadas. Estamos cansado de juicios paralelos y así no se puede hacer política", subrayó el presidente de UM.

Melià se ha marcado un plazo de una semana para realizar la operación quirúrgica de UM y trasplantarla a la nueva Convergència de les Illes Balears. En ese tiempo el presidente de la formación habrá nombrado un nuevo consejo de dirección permanente que se encargará de dirigir el partido hasta pasadas las elecciones del 22 de mayo. Después de los comicios se convocará un congreso para reafirmar la nueva formación política que nació en la noche de ayer.

"Nuevo proyecto político"

Josep Melià quiso dejar claro que el camino que han iniciado "es un nuevo proyecto político" que pretende asemejarse a Convergècia i Unió o a Coalición Canaria, para lo cual, recordó, ya han llegado a un acuerdo con Unió Menorquina para tratar de presentar listas electorales conjuntas.

Pese al cambio de siglas, Melià señaló que el gran "activo de UM seguirá siendo su estructura territorial" en referencia a su importante implantación en la Part forana. Acto seguido subrayó que el cambio "no afecta a la esencia política del proyecto, basado en el liberalismo de centro, con un amplio espectro que tenga como prioridad la defensa de los derechos de los ciudadanos".

Los candidatos al Govern, Consell y ayuntamiento de Palma serán siendo los mismos que fueron elegidos por parte de UM: Melià al Parlament; Miquel Munar al Consell y Marc González a Cort.

Melià también dejó claro que este cambio de nombre no tiene nada que ver con un posible acuerdo con Jaume Font.