Jaume Matas considera "ofensivo" que la fiscalía dude que el proyecto que había diseñado Santiago Calatrava fuera irrealizable y se tratara solo de un reclamo electoral para el candidato del PP. Esta afirmación la realiza el abogado Rafael Perera, defensor del ex president, que en un texto de quince folios reproduce sus argumentos para oponerse a la fianza de 1,6 millones de euros que solicitó el pasado viernes el fiscal Pedro Horrach, y la abogada de la comunidad autónoma, María Ángeles Berrocal.

Este escrito fue presentado ante el juez Castro, que precisamente ayer citó al expresident del Govern para que declare de nuevo el próximo martes. El magistrado no se pronunciará sobre la fianza solicitada hasta que Matas pueda explicar las razones que le llevaron a ordenar la contratación de Calatrava para encargarle el proyecto de la Ópera de la bahía de Palma. En el escrito, Perera afirma que "resulta altamente ofensivo para el prestigio profesional y para la honorabilidad del arquitecto Santiago Calatrava la afirmación de que un proyecto suyo es irrealizable o imposible". Y añade también el letrado que "tiene más carga ofensiva la insinuación o suposición subyacentes de que el referido arquitecto se prestó a realizar y cobrar un trabajo a modo de superchería o de paripé". El fiscal, en el escrito que solicitaba la fianza, consideró que el proyecto que había elaborado el arquitecto no podía llevarse a cabo ya que, al margen de que no hubiera un estudio económico, la previsión era que costara más de 1.000 millones de euros. Sólo el edificio de la Ópera, que era la "guinda" del diseño, iba a suponer un gasto de más de 300 millones de euros. Anticorrupción consideraba que se pagó con dinero público un anteproyecto que no era más que un reclamó electoral para el candidato del PP a las elecciones autonómicas.

Según fuentes jurídicas, el próximo martes Jaume Matas defenderá que la contratación de Santiago Calatrava fue una decisión política y que como presidente del Govern tenía la legitimidad suficiente para tomar estas decisiones. El escrito de su abogado ya señala que este proyecto se encuadraba en el compromiso electoral del programa electoral del PP de 2003 de desestacionalizar el actual modelo productivo de Palma y de promocionar la ciudad como destino turístico, ligado a grandes acontecimientos deportivos, culturales y de otras clases.

Niega también la defensa, como afirmaba el fiscal, que el ex president intentara ocultar su participación en este asunto al ser el conseller Fiol quien lo defendió ante el Consell de Govern. El abogado recuerda que todas las actividades ejecutivas del Govern "se desenvuelven" a través de los distintos consellers.

Para la defensa, carece de importancia que el proyecto no tuviera un estudio económico del coste que iba a suponer la construcción. Perera mantiene que toda obra pública que transforma una ciudad arranca de una "idea seductora" que se materializa en un proyecto, y después se determina el coste. Cita el ejemplo de la zona portuaria de Barcelona que se transformó para los Juegos Olímpicos. Matas, a través de su abogado, no duda de que este proyecto hubiera atraído financiación porque supondría una revalorización del terreno del Moll, e iba a situar la ciudad "en el punto de mira mundial de la vanguardia cultural y arquitectónica".

Perera quiere que se incorporen como pruebas las dos maquetas que se hicieron del anteproyecto.