Más de 250 expertos de diferentes disciplinas exponen estos días en Palma los últimos avances en la lucha contra el Alzheimer. El objetivo último del XVI Curso Nacional de Enfermedad de Alzheimer, patrocinado por la Fundación Grünenthal, es mejorar las condiciones de vida de los afectados. El neurólogo Guillermo Amer Ferrer, responsable de la Unidad de Demencias de Son Espases, es uno de sus organizadores.

—¿Cuántos enfermos de Alzheimer hay en Balears?

—Hay unos 12.000 ó 14.000 enfermos y sólo la mitad, o menos, están diagnosticados.

—¿En qué momento tenemos que plantearnos que un familiar nuestro tiene esta enfermedad?

—No hay que alarmar, pero hay que planteárselo cuando una persona se queja de que le falla la memoria, y cuando esos fallos tienen consecuencia en su día a día, ya que su actividad habitual no le sale bien o tarda más, y si un familiar o compañero de trabajo corrobora estos fallos de memoria.

—¿Lo podemos prevenir?

—Desde 2009 hay varios estudios epidemiológicos que trabajan en la línea de la prevención y ya se ha comprobado que seguir la dieta y el estilo de vida mediterráneo y mantener actividad física, intelectual y social da reserva cognitiva y hace al cerebro más resistente.

—¿Se lleva en los genes?

—Se está trabajando en nivel muy teórico. Hay factores de riesgo genétic0s y ahora se empieza a conocer cómo se modifica la expresión de estos genes de riesgo, con lo que se podrían llegar a inhibir en un futuro. Esta línea aún está en una fase muy inicial.

—¿A qué edad suele aparecer?

—Normalmente es a partir de los 60 o los 65 años, aunque hay casos incluso a partir de los 30 años, aunque son menos de un 1%.

—¿Cómo es la atención a estos pacientes en Balears en comparación con otras comunidades?

—En Son Espases existen las Unidades de Demencia, pero debería formalizarse su constitución, no hay un reconocimiento oficial ni un presupuesto específico. Además aunque se hayan creado muchas plazas en centros de día, todavía no son suficientes, y también falta personal formado, hay que hacer más esfuerzo con la formación, necesitamos más terapeutas ocupaciones, fisioterapeutas, psicólogos...

—¿Cómo mejorar la atención a las familias?

—Hacen faltas más medidas para apoyar a la familia. Las asociaciones de familiares tenían muchos proyectos, pero el año pasado les bajaron la mitad del presupuesto. Hay que hacer un reconocimiento institucional del esfuerzo que hacen las familias, para que no se sientan solas. Es necesario además organizar mejor los recursos. En la consulta, en la primera visita, atendemos una hora, y no da tiempo para explicarlo todo al enfermo y a su familia. Hacen falta más recursos y profesionales específicos para estas unidades, como trabajadores sociales.

—¿El Alzheimer es una enfermedad especialmente cruel?

—Sí, se dice que el Alzheimer mata dos veces: primero a la persona y después su cuerpo. El enfermo sin su cuidador no es nadie y por eso hay que apoyar a las familias.

—Neurología en Son Espases, ¿todo bien?

—Sí, en Neurología va bien. El equipamiento y la infraestructura es mejor. El problema es trasladar un hospital en pocos días y además antes de Navidad, con la mitad del personal de permiso. En los edificios nuevos siempre fallan cosas. Falta algo de equipamiento, pero en neurología va bien.

—¿El cambio no afecta a los pacientes?

—Para los enfermos de Alzheimer los cambios pueden ser un problema, ante un cambio se les notan más los síntomas. Pero en Son Espases no ha pasado nada porque están mejor, todo es más fácil y está todo en el mismo espacio.