El deterioro que la crisis económica ha conllevado para la actividad turística queda reflejado en la evolución de los usuarios de autocares interurbanos, dado que este es el transporte público que da servicio a buena parte de las zonas costeras de Mallorca.

De los 9,8 millones de pasajeros de 2008, en 2009 se paso a 9,1 millones, con la desaparición en un solo año de unos 700.000 usuarios, es decir, un 7% del total. Y esta caída se ha dado básicamente en las denominadas líneas turísticas. En 2010 ese número de clientes se elevó de nuevo hasta los 9,5 millones, pero sigue sin alcanzar el volumen de personas desplazadas de los ejercicios anteriores a la bajada de visitantes.

En cualquier caso, se trata del único tipo de transporte público dependiente del Govern que evoluciona a la baja, dado que los usuarios de metro y tren muestran crecimientos constantes año tras año, aunque sean de carácter mínimo.

Y este aumento contrasta con el de otras zonas de España, que en estos años han mostrado saldos negativos tanto en 2008 como en 2009 (muy especialmente en este último año), como en Barcelona, Madrid, Valencia o Málaga, por citar algunos ejemplos expuestos por la Conselleria.