El ingeniero del Consell de Mallorca, Francisco Orejudo, que se encargaba de controlar la construcción de la carretera de Manacor, negó ayer ante la juez que los fondos económicos utilizados para construir un centro de meditación en Búger procedieran del presupuesto de la obra pública. El imputado, defendido por el abogado Gabriel Garcías, sostiene que el templo se financió con las donaciones que recibió de China, Holanda y España. Los donantes pertenecen a la asociación Pachi Tanglang, que fomenta la cultura de la meditación de China.

El fiscal Anticorrupción, Miguel Ángel Subirán, mantiene que este templo, levantado en un solar de la pareja de Francisco Orejudo, se financió con fondos de la UTE que construía la carretera.