Miguel Ángel Bonet, el asesor jurídico y secretario del Ibatur en la pasada legislatura y gerente del IbBlau hasta su detención por presunta corrupción, declaró ayer ante el juez Castro que los pagos de 850.000 euros por el Illesport y de 350.000 euros a la agencia de publicidad Nimbus para un mismo cometido: promocionar Balears, fueron "decisiones políticas" al margen de sus cometidos.

Bonet, defendido por Gaspar Oliver, está imputado también, y junto con el ex conseller de Turismo Joan Flaquer, en el sumario por presunta corrupción del caso Ibatur. El ex asesor admitió en su día que, por problemas de dinero, había desviado fondos del Ibatur a allegados suyos simulando que eran proveedores del Govern.

Ayer Bonet insistió en la corrección de su informe jurídico que dio luz verde al convenio entre el Ibatur y Nimbus para que ésta agencia de publicidad cobrara 350.000 euros por los anuncios del Govern en el Mundial de Ciclismo en Pista de 2007.