El juez José Castro está ultimando los trámites para solicitar una comisión rogatoria dirigida al FBI para que investigue si el ex presidente del Govern, Jaume Matas, tiene bienes a su nombre, o a través de testaferros, en Estados Unidos.

Los expertos que están investigando el presunto enriquecimiento ilícito del también ex ministro mallorquín están convencidos de que Matas aprovechó su estancia profesional en Estados Unidos para blanquear dinero que habría obtenido, supuestamente, de una forma ilícita tras su paso por la política. Los investigadores llevan meses buscando información para conocer cuáles son los pasos a seguir para solicitar la ayuda de las autoridades norteamericanas. La conclusión a la que se ha llegado es que en el país que preside Obama no es sencillo que se presten a investigar a un sospechoso, con independencia de quién se trate, si el juez extranjero que solicita esta ayuda no aporta pruebas muy sólidas que justifiquen estas gestiones policiales. Si en la comisión rogatoria solo se facilitan indicios, esta colaboración será rechazada, según explicó un experto. En cambio, si esta gestión se realizara en un país europeo la tramitación sería mucho más sencilla.

Ha sido la Guardia Civil la que ha aconsejado al juez Castro la necesidad de dar un paso adelante en la investigación sobre el patrimonio de Jaume Matas. Los agentes consideran que todo lo que se tenía que investigar en España con relación al ex presidente ya se ha hecho, y que ahora ha llegado el momento de que estas pesquisas traspasen las fronteras. El juez apoya la iniciativa de los investigadores, pero les ha pedido que presenten un detallado informe que concrete cuáles son las pruebas, o al menos indicios sólidos, que justifiquen solicitar formalmente la colaboración del FBI para que ayude en este caso. Tanto la Fiscalía Anticorrupción como la abogacía de la Comunidad Autónoma, que ejerce la acusación particular, mostrarán su apoyo al juez para que reclame la ayuda de las autoridades estadounidenses.

Jaume Matas estuvo residiendo en EEUU durante dos años. El día que anunció que abandonaba la política para dedicarse a la empresa privada reveló que trasladaría su residencia al extranjero. Primero estuvo en Washington trabajando para una importante empresa hotelera de capital mallorquín, pero a los pocos meses fue fichado como experto en medio ambiente en la oficina de Nueva York de una prestigiosa firma de asesores. Al retirarle el juez su pasaporte, y por tanto, al impedirle que pudiera salir al extranjero, Matas tuvo que renunciar a su empleo.

El ex presidente y su esposa crearon en Estados Unidos una sociedad llamada Aremas. Durante mucho tiempo utilizaron esta sociedad para gestionar sus ingresos y sus gastos económicos, pero ahora se quiere comprobar si la pareja también la utilizó para adquirir alguna propiedad inmobiliaria que, si existe, aún no ha sido localizada. Matas ha reiterado varias veces, a través de sus representantes legales, que no tiene ningún temor a que se siga el rastro de sus negocios en EE UU porque no tiene allí ninguna propiedad. Su abogado ha detallado las entidades bancarias donde disponía de cuentas, aunque ha aclarado que las anuló todas al regresar a España.