La visita de concejales del Partido Popular de Inca a algunos enfermos del hospital comarcal con patologías graves e incluso terminales provocó malestar en sus familias, algunas de las cuales protestaron después verbalmente a personal del centro.

El hecho de que la edil de Sanidad, Margarita Horrach, responsable de dicha iniciativa, se presentara sin previo aviso –y en muchos casos sin conocer personalmente al paciente– junto a otro compañero del consistorio en determinadas habitaciones con personas afectadas de cáncer u otras enfermedades muy graves dejó a los cuidadores estupefactos, si bien nada les dijeron por cortesía. Para poder saber quién de Inca está ingresado, supuestamente desde el hospital se filtra de manera ilegal a dicha concejala un listado con los nombres y otros datos personales de los pacientes. A veces estas listas incluyen información de las enfermedades que padecen.

Personal sanitario del hospital explica que los enfermos más sensibles son los de cáncer, que están ingresados en la planta primera, también llamada amarilla, de oncología. Según estas fuentes, en ocasiones los ediles del Ayuntamiento de Inca han ido a visitar a pacientes inquers en dicho módulo sin solicitar su consentimiento, lo que ha provocado "una situación muy desagradable", en palabras de la esposa de un paciente que se recuperaba de una intervención por un tumor.

La amiga de un paciente que sufría una grave enfermedad, que acabó hace unos meses con su vida, lamenta que los concejales del PP se presentaran a verle, "cuando el afectado no quería visitas de nadie de su entorno más íntimo".

Las citadas fuentes del hospital señalan que en este tipo de patologías "los pacientes muchas veces están deprimidos o simplemente no quieren que nadie sepa qué tienen", de ahí su indignación porque el PP maneje datos reservados a su esfera íntima.

Por parte del PP de Inca, se ha insistido una vez más a este diario que las visitas "son muy agradecidas por los enfermos", y que "en ningún caso se entra a ver a gente que no lo quiere". Siguen negando, eso sí, que dispongan de los listados de los enfermos, y ello pese a haberse descubierto una relación de más de 30 envíos de dichos datos por fax desde el hospital al puesto e trabajo de la edil Horrach.