El hospital comarcal de Inca no solo filtra presuntamente a concejales del PP del municipio listas con los pacientes ingresados en el centro, para que puedan saber sus habitaciones y realizarles visitas aunque no les conozcan; en ocasiones también facilita datos absolutamente confidenciales de las enfermedades que éstos padecen, lo que puede constituir un delito muy grave de violación de la intimidad.

La investigación interna realizada por la conselleria de Salud, a raíz de que DIARIO de MALLORCA destapara este asunto, además de corroborar punto por punto lo publicado ha permitido sacar a la luz este agravante. También deja en evidencia a la concejala de Sanidad del PP de Inca, Margarita Horrach, puesto que ha quedado acreditado que ésta ha recibido decenas de faxes en su puesto de trabajo, la conserjería del Instituto de Secundaria Pau Casesnoves, enviados desde el propio hospital con la información sobre los enfermos, y a la que más personas en el centro educativo han podido tener acceso. Horrach siempre ha negado que dispusiera de listados de enfermos del hospital, y asegura que se entera de quién está ingresado por el boca a boca. Las pruebas halladas desmontan por ahora su versión, a la espera de lo que dictamine la Justicia.

Desde el fax de admisión

En la denuncia interpuesta el Dijous Bo ante el juzgado de guardia de Inca, los servicios jurídicos de la Conselleria detallan que "desde el 21 de septiembre de 2009 se han enviado desde el fax de admisión del hospital de Inca en más de 30 ocasiones documentos o historias clínicas relativas a pacientes ingresados, corroborando las informaciones aparecidas en prensa".

Fuentes del caso han explicado a este diario que este hecho –la difusión a terceros de información sobre los diagnósticos de las personas ingresadas– "es muy grave". Personal del hospital asegura que algunas veces los ediles del PP manejaban listas donde además de la identidad del paciente aparecía su patología, llegando al extremo de que han podido conocer quién estaba ingresado por un cáncer u otras afecciones especialmente traumáticas.

El número de fax del departamento de admisión es el 971 888 XXX, y, según consta en la denuncia, desde finales del año pasado los envíos siempre han salido de este terminal. En admisión trabajan unas ocho personas, según fuentes del hospital de Inca, todos ellos administrativos o auxiliares coordinados por una jefa.

La investigación realizada por un instructor de la Conselleria durante estos días en el centro sanitario, y que entre otras actuaciones, ha recabado el testimonio de personal del centro, también ha podido averiguar que "anteriormente la documentación clínica se entregaba en un sobre cerrado en el propio hospital". La concejala Horrach acudía supuestamente a la recepción a recoger esta información para saber a qué vecinos de Inca convalecientes podía ir a visitar.

El listado de envíos de documentación confidencial desde el hospital al Instituto Pau Casesnoves de Inca ha sido adjuntado a la denuncia, para que el juez investigue ahora la autoría de la persona o personas que los realizaron. Por el gran número de transmisiones –más de 30 en los últimos quince meses–, se deduce que la edil recibía información actualizada con una periodicidad quincenal, lo que coincide con las fechas de sus visitas.

Salud apunta a un trabajador

En la denuncia, la Conselleria informa al juez que ha abierto "una información reservada sin resultados hasta el momento"; se han podido determinar hechos que podrían constituir un delito, pero no sus autores todavía.

El conseller de Salud y Consumo, Vicenç Thomàs, volvió a exculpar ayer de cualquier responsabilidad al equipo directivo del hospital de Inca sobre la fuga de datos de pacientes hacia el Ayuntamiento de la localidad gobernado por el PP. Desde Salud se apunta a un trabajador del centro hospitalario como posible autor de la filtración de listados de pacientes.

"Tenemos datos que confirman que lo ocurrido en el hospital de Inca puede ser constitutivo de un delito y por este motivo se ha denunciado ante la justicia", manifestó el conseller. Éste añadió que nadie del "equipo directivo del hospital ha autorizado la filtración de los datos y por este motivo, de momento, no tenemos intención de pedirles responsabilidades". El titular de Salud no descartó exigir responsabilidades en un futuro en caso de que se demuestre la complicidad de personal del centro sanitario de Inca o incluso del equipo directivo. Sobre la situación del gerente del centro, Federico Álvarez, cargo designado por UM, Vicenç Thomàs descartó que sea sustituido y reiteró que nadie del equipo gestor había autorizado la filtración de los datos de los pacientes ingresados en el centro.

Desde Salud quieren esperar a la apertura de las diligencias judiciales para tomar medidas disciplinarias con los presuntos autores de las filtraciones.