Tras los paros encubiertos de primavera y verano, llegó a finales de julio la convocatoria de una huelga de controladores en agosto que hizo temblar al turismo español. Entonces, las presiones turísticas y el temor de los controladores a dañar la recuperación de un sector clave para España y para Mallorca, les hizo desconvocar la huelga para negociar con AENA. Los escasos avances logrados desde entonces y este nuevo aviso dejan claro que el conflicto se cerró en falso.