El conseller de Salud, Vicenç Thomàs, anunció ayer que el traslado al hospital de Son Espases, previsto para el puente de la Constitución, se retrasa hasta el "fin de semana del 19 de diciembre con el objeto de tranquilizar a los trabajadores". El lunes día 20 de diciembre, en vísperas de las fiestas navideñas, toda la actividad asistencial se llevará a cabo en el nuevo centro hospitalario de referencia de las islas.

El gesto de retrasar el traslado, aunque sólo por un pequeño periodo de días, fue aplaudido por buena parte de los sindicatos representativos de los empleados de la sanidad pública con la única excepción del Sindicato Médico, que estimó que para dominar la nueva tecnología informática que hará de Son Espases un hospital sin papeles sería necesario retrasar el cambio por lo menos hasta el próximo mes de febrero.

El conseller reveló que en los últimos días ha mantenido reuniones con los profesionales afectados por el cambio –tan sólo en la jornada de ayer se reunió a primera hora de la mañana con los jefes de los servicios médicos de Son Dureta, a las once con los sindicatos de la mesa sectorial de Sanidad y, posteriormente, con el comité de profesionales que está organizando el traslado hospitalario– para, dijo, "conocer de primera mano las inquietudes de todos los trabajadores".

Pese a que señaló que todos los profesionales están con "ánimo" e "implicados" en el éxito del traslado, Thomàs dijo que de las reuniones ha concluido que los trabajadores necesitan de "más tiempo para familiarizarse con el nuevo entorno y para sentirse más cómodos y con más confianza en el nuevo hospital".

Con este retraso dijo que confiaba en que se "disipara la intranquilidad" que habían manifestado buena parte de los trabajadores de Son Dureta ante un traslado, en opinión de muchos, precipitado.

Cabe recordar aquí que tanto los jefes de servicio de Son Dureta como los sindicatos integrantes de la mesa sectorial de Sanidad habían reclamado a la conselleria de Salud que reconsiderara su plan de efectuar el traslado a Son Espases en el puente de la Constitución alegando problemas con el nuevo sistema informático, de instalación de mobiliario clínico y no clínico y por la negociación, aún no cerrada, de los cambios de turnos que afectarán fundamentalmente a las enfermeras, auxiliares de enfermería y celadores.

Pero el conseller, al anunciar ayer su decisión de retrasar el traslado, no la justificó en ninguna demanda planteada en particular sino únicamente en generar confianza y dar tranquilidad a un colectivo inquieto y con incertidumbres.

Porque Thomàs señaló que todo el plan de traslado estaba cumpliendo sus fechas, tanto en el traslado de consultas externas como en el montaje del mobiliario clínico y no clínico, que reiteró que estaría todo instalado en el nuevo centro sanitario el próximo día 26 de noviembre.

El conseller, que dijo no haber calculado el coste que supondrá este retraso de diez días, sí admitió que el comité de traslado deberá retocar aspectos referidos a las derivaciones de pacientes e intervenciones quirúrgicas a clínicas privadas y otros centros sanitarios públicos que, aclaró, estaban programados para atenuar la presión asistencial en el momento clave del traslado, esto es, en los días 6 y 8 de diciembre.

La decisión de Thomàs fue bien recibida por los sindicatos de la sanidad. Así, UGT señaló que agradece el gesto pero advirtió que, si una vez que se llegue a la fecha programada siguen constatando que hay motivos que obligaran a un nuevo retraso, no dudarán en reclamarlo. CCOO, pese a que estimó que se han perdido entre 4 y 6 meses muy importantes para dar tranquilidad al personal, consideró que este aplazamiento puede ayudar a solucionar parte del conficto sobre los turnos y sosegar los ánimos.

El sindicato de enfermería también consideró "correcta" la decisión del conseller y aclaró que pese a que el problema de los turnos no se arreglará con esta prórroga, sí permitirá un mayor consenso en la forma en la que se conformarán los diferentes grupos clínicos.

La única central discrepante fue el Sindicato Médico, que estimó que la implantación y el dominio de la nueva tecnología informática por parte del personal aconsejarían retrasar la apertura total del nuevo hospital de referencia hasta el mes de febrero. No obstante, desde el Simebal agradecieron la rapidez de Thomàs a la hora de decidir retrasar el traslado y "que haya sido sensible a la presión de los sindicatos de la mesa de sanidad y de los médicos".