El conseller de Presidencia, Albert Moragues, admitió ayer en el Parlament que la Fundació Balears a l´Exterior disponía de una tarjeta de crédito sin contar con la autorización del Consell de Govern como es preceptivo y que estuvo en funcionamiento desde 2006, en la pasada legislatura, hasta el pasado mes de junio, en la que el Ejecutivo la canceló después de comprobar que no tenía esta autorización, tal y como había señalado la auditoría que se realizó a la Fundació respecto a 2009. No obstante, Moragues recordó que la auditoría no había "detectado ningún mal uso" con esta tarjeta y que todos los gastos estaban justificados.

El conseller compareció en comisión parlamentaria para explicar los resultados de la auditoría realizada a la Fundació Balears a l´Exterior correspondiente al ejercicio de 2009, en los que no se plantea "ninguna objeción financiera", aunque sí de carácter "formal". Entre las más relevantes se encontraba la de la tarjeta de crédito, que Moragues consideró que era "idónea" para los viajes de trabajo al exterior ya que "permite no llevar dinero en efectivo", así como "obtener el mejor cambio de moneda y abaratar de manera importante los costes de las comunicaciones".

Sin embargo, para disponer de ella es precisa la autorización del Consell de Govern. La Fundació tramitó esta solicitud cuando la auditoría detectó que no disponía de ella, pero en junio la dirección general del Tesoro y Política Financiera del Govern pidió que se cancelara la tarjeta y así se hizo.

Además, al igual que ya hiciera la pasada semana en el pleno del Parlament a preguntas del popular José María Rodríguez, afirmó que el incremento del sueldo de la gerente de la Fundació, Josefa González, en 29 euros mensuales fue un error que la propia gerente no detectó por la poca cantidad que era y que, al conocerlo, devolvió lo cobrado. Rodríguez reiteró ayer que, a su juicio, este asunto era especialmente grave.