La Obra Cultural Balear (OCB) ha propuesto que en los próximos juicios que se celebren en relación a casos de presunta discriminación lingüística haya presentes observadores internacionales que velen por un resultado justo y garanticen que se produzcan sin ningún tipo de irregularidad, como respuesta a la condena impuesta a la traductora marroquí Saïda Saddouki, cuyo caso pondrá además en conocimiento de Amnistía Internacional.

El coordinador de la entidad, Tomeu Martí, expresó ayer su confianza de que en el juicio previsto por la presunta agresión al joven Iván Cortés por parte de un guardia civil por hablar en catalán, ya asistan estos observadores o en su defecto funcionarios de la Unión Europea o periodistas internacionales. Tanto Martí como el presidente de la OCB, Jaume Mateu, mostraron su respaldo a Saddouki después de que la intérprete haya sido condenada a pagar 900 euros de multa y a indemnizar con 600 euros al capitán de la Guardia Civil Bartolomé del Amor, por un delito de injurias graves con publicidad por haber denunciado un trato vejatorio por parte de Del Amor por defender el catalán, a sabiendas de la falsedad de sus declaraciones.

La sentencia considera probado que el 27 de agosto de 2007 la traductora compareció en rueda de prensa para denunciar públicamente, "con ánimo de cercenar su crédito personal y perjudicando su dignidad y fama", el trato recibido por el capitán cuando acudió a él para trasladarse una queja sobre el comportamiento de un agente.