La demanda de nuevas viviendas está ahora muy concentrada en los pisos de dos habitaciones... porque el bolsillo de los clientes no da para más. Esta es una de las afirmaciones más repetidas en la feria que la patronal de promotores de Balears inauguró ayer para intentar dar salida a unos 500 inmuebles de los 4.000 que permanecen sin vender en las islas. Porque la primera conclusión que se obtiene en Firastock es que la financiación sigue siendo el primer problema al que se enfrenta el sector.

Y a pesar de ello, las espectativas puestas en la carpa situada en la Plaza de España, que permanecerá abierta hasta el domingo, son altas. Si en la primera edición celebrada a principios de año algunas de las empresas destacan que vendieron en torno a 15 inmuebles y que esperan superar esta cifra a lo largo de los próximos días, otras con un menor stock no ocultan que con desprenderse de "tres o cuatro" se darían totalmente por satisfechas.

Y estas buenas sensaciones se explican porque durante el próximo mes y medio las condiciones para la adquisición de un inmueble van a ser mucho mejores que las que existirán en 2011, una vez desaparezcan las ayudas para la compra.

Otro factor que se destaca es que los precios se encuentran actualmente en uno de sus puntos más bajos. Aunque son varias las empresas que aseguran que los han reducido un 10% como máximo, otros reconocen que han llegado a ofertar descuentos del 15% y del 20% porque "lo que queremos quitarnos de encima no es el piso, sino la hipoteca", con el fin de reducir la deuda con el banco para que éste acepte financiar nuevos proyectos.

Ello no evita que sigan existiendo problemas. Para empezar, la venta de inmuebles de reposición esta sumamente debilitada. Este mercado está formado por aquellas familias que ya cuentan con una primera residencia que se les ha quedado pequeña o anticuada y desean acceder a otra nueva. La dificultad radica en que no pueden cerrar la adquisición de esta última hasta haber vendido la primera, y ese objetivo resulta ya sumamente complicado. Por ello, señala uno de los promotores, resulta más fácil vender ahora un piso a una pareja joven que quiere acceder a su primera vivienda.

Los problemas de los bancos para conceder hipotecas al cliente también siguen sobrevolando la feria. Eso explica que la mayoría de compradores se interese por pisos de un valor que se sitúe en el entorno de los 200.000 euros, de unos 70 metros cuadrados y dos habitaciones, ya que para muchos ese es su límite.

Y un elemento en el que hay unanimidad: todos desean retomar la edificación de nuevos inmuebles antes de un año. Algunos aseguran que ya lo están haciendo.