De todos los expositores vistos en la World Travel Market, uno sobresale en audacia. Irak. Entre tiro y tiro, parece mentira que pueda existir espacio para el turismo. Con recursos modestos, el Gobierno del país y algunos organizadores de circuitos se han plantado en Londres. "Los viajeros recorren Irak acompañados de guías especializados y evitamos lugares comprometidos", explica Hakki Al Falahi. Las preguntas sobre la guerra y el peligro que entraña un viaje de estas características las elude con una sonrisa. Los libros, de encuadernación modesta, también silencian los disparos.

Los medios de comunicación no escatiman en sangre. "Al menos seis muertos en un atentado contra cristianos", titularon ayer los medios de comunicación. Vista la sección de internacional, el tiempo es lo de menos. Hay que armarse de mucho valor y un buen seguro de vida para contratar una excursión a Bagdad. Sin embargo, un reportaje de tendencias publicado por los organizadores de la World Travel Market vaticina que Irak se convertirá en un ´punto caliente´ del turismo internacional. Lo de punto caliente, seguro. El documento, elaborado junto a Euromonitor International, sostiene que esta industria crece rápido gracias al incremento de aerolíneas (intrépidas) y la incorporación de nuevos hoteles –la compañía Safir Hotels and Resorts ha abierto un establecimiento de 340 habitaciones en la ciudad de Karbala y en Erbil se inaugurarán dos alojamientos de cinco estrellas–.

"Irak recibió el pasado año a 1,3 millones de turistas religiosos, la mayoría de Irán. Sin embargo, los visitantes de negocios también abundan, sobre todo, los procedentes del Golfo", ilustra el informe.

Buena parte del turismo se concentra en la zona más segura del país, el Kurdistán iraquí. La compañía Al-Rafidain propone una ruta entre cascadas, caminatas al castillo de Akre o visitas el minarete de Choli.

Pero otros circuitos, cuyo coste oscila entre 1.900 y 3.000 euros, incluyen Bagdad, el escenario de los combates más fuertes durante la invasión de 2003. Los visitantes también se detienen en Ur; el lugar donde supuestamente nació el profeta Abraham; Babilonia; y Samarra, famosa por su cúpula de al-Askari.

"La situación actual en Mesopotamia ha mejorado mucho este año. Hemos añadido ciudades como Nimrud y Tikrit", explica Geoff Hann, de la compañía inglesa Hinterland Travel, especializada en trayectos arqueológicos. La estrategia para no toparse con problemas consiste "en no llamar la atención", razona.

Irak fue un destino de vacaciones popular en Japón, Francia y Alemania antes de la guerra con Irán en 1980. ¿Te atreves ahora?