A cara descubierta y sin cortarse un pelo, porque no sienten que hagan nada malo. En plan absolutamente tranquilo repitieron ayer tarde su habitual visita a enfermos de Inca ingresados en el hospital comarcal dos concejales del PP.

La edil de Sanidad inquera, Margarita Horrach, y el de Juventud y Fiestas, José Pastor, se presentaron en el hospital como hacen regularmente, y visitaron en sus habitaciones a "un vecino de la calle Mayor, al que conocían; a un familiar de un concejal, y a otro de un funcionario", según explicó el alcalde de Inca, Rafa Torres (PP). Fue el propio alcalde quien contactó con este diario para informar de la nueva ronda. Torres esgrimió que ni los concejales ni él "se tienen que esconder de nadie", y que por ello él mismo quiso informar de la visita. "No entramos en ninguna puerta que no esté abierta", añadió el alcalde, reiterando, una vez más, que se enteran por el boca a boca de los inquers que están ingresados, y en ningún caso porque el hospital les facilite un listado con datos confidenciales, como han denunciado fuentes del centro a este diario.

Torres explicó que "el Ayuntamiento solicitó permiso al conseller" de Sanidad, Vicenç Thomàs, para poder seguir realizando estas visitas periódicas, y al no denegárselo éste, considera el alcalde que no hay inconveniente alguno para continuarlas.

En cuanto al conseller, ayer volvió a echar balones fuera y se limitó a señalar que la investigación interna para determinar la autoría de la filtración de listados sigue su curso, sin mostrar excesivo interés en aclarar tan graves hechos. Thomàs insistió en que el gerente del hospital de Inca, Federico Álvarez (UM), nada tiene que ver con este asunto.

Al hilo de esto, tanto el Sindicato Médico como UGT cargaron ayer contra el conseller. El portavoz del primero, Miguel Lázaro, denunció que el hecho de que Thomàs exima al gerente "solo se puede calificar de jugada perversa". Según el doctor Lázaro, la responsabilidad de garantizar la confidencialidad de los datos de los enfermos ingresados "es de la Conselleria", mientras que la gerencia del hospital "debe controlar los listados".

Miguel Ángel Romero, de UGT, criticó que Thomàs libre de culpas al gerente "antes incluso de concluir la investigación", porque lo que hace es "descargar toda la responsabilidad de esta filtración sobre todos los trabajadores del hospital, y eso es tremendamente injusto". Romero declaró que UGT está "muy molesta" con la actitud del conseller socialista, y apuntó que, aun en el caso de que un empleado haya dado los listados al PP, "el gerente tendrá algo que decir" por no haber sido suficientemente celoso en sus funciones.