Dos bolivias antagónicas, ideológica y políticamente separadas, coexisten en un mismo país. La mayoría indígena, abarca un 62% de la población relegada históricamente al papel de comparsa, y la minoría blanca que ha copado la oligarquía. Las tornas han cambiado por vez primera tras la elección de un indígena como presidente de la república.

"No somos pinches obedientes de nadie", sentenció ayer Rafael Puente, ex viceministro de Interior y antiguo prefecto de Cochabamba, durante su alocución en el Club DIARIO de MALLORCA. "Bolivia ha recuperado ahora una dignidad que nunca había tenido", puntualizó Puente.

Un paso decisivo para la transformación de un país, históricamente en manos de las multinacionales, fue la recuperación de los ingresos de la explotación de los hidrocarburos. "Las empresas transnacionales se llevaban el 80% y solo dejaban el 20% en el país. Ahora el porcentaje es inverso y, lo que es más importante, el Gobierno tiene capacidad de decidir", subrayó ayer el antiguo prefecto de Cochabamba.

Los resultados de este drástico cambio han repercutido notoriamente en las arcas bolivianas. Las exiguas reservas de 1.000 millones de dólares se han disparado exponencialmente hasta alcanzar los 10.000 millones de dólares con los que cuentan actualmente las arcas del país..

No obstante. Rafael Puente entonó ayer un mea culpa. El antiguo miembro del gabinete boliviano reconoció ayer que el Gobierno había sufrido un "aprendizaje a trompicones". También admitió que su andadura en el poder ha estado jalonada por "graves errores". Algunos de ellos, aseguró, ya han sido subsanados. En cambio, otros siguen existiendo.

Asimismo, el ex viceministro de Interior de Bolivia resaltó como uno de los grandes logros la promulgación de una nueva Constitución "no colonial". "El blanco sometía a la mayoría indígena. Se ha conseguido descolonizar eso", abundó Puente.

Economía minera

Uno de los problemas endémicos que han convertido a Bolivia en un país "no normal" es, a juicio de Puente, su economía basada solo en la minería. "Ha estado a la cola del continente y, pese a todo, fue el último país que España quiso abandonar", recalcó.

La directora del Departamento de Cooperación Internacional del Ayuntamiento de Palma, Aina Comas, sustituyó a última hora al concejal Eberhard Grosske, reunido en Cort. Comas destacó el convenio de cooperación y colaboración directa suscrito entre el ayuntamiento palmesano y Cochabamba. Por su parte, José María Aranda presentó ayer el documental Bolivia roja, amarilla y verde en el que desmenuzaba la realidad política y social del país andino a través de numerosas entrevistas.