"Si la Conselleria de Sanidad quiere saber quién filtra los listados de pacientes, lo sabrá". Lo tiene claro uno de los técnicos que trabajan a diario con el programa informático que emplea la sanidad pública balear. Por ello advierte de que el sistema deja muy pocas fisuras a la hora de piratear información. "Se puede saber hasta el último dato de quién saca los listados. Para entrar hay que hacerlo con un nombre y una clave personal. A partir de ahí, cada movimiento que haces queda registrado durante al menos 30 días", explica este especialista, que insiste por ello en que "saber quién ha sido el que ha revelado ilegalmente datos de los pacientes es solo cuestión de tener la voluntad política de saberlo".

Apunta así a la investigación puesta en marcha por la Conselleria de Sanidad en la mañana del sábado, después de que DIARIO de MALLORCA adelantase que concejales del Partido Popular de Inca están empleando para usos electorales un listado de enfermos blindado por la Ley de Protección de Datos y, por tanto, obtenido ilegalmente. El propio gerente del hospital, Federico Álvarez, detallaba que se había iniciado un rastreo informático en busca del foco de una filtración que le puede costar al responsable hasta cuatro años de cárcel.

"A alguien van a empurar, seguro, porque eso es sencillo de averiguar", coincide otro informático del Govern. Según aclara, el sistema que utiliza la administración balear está "tan restringido que se sabe perfectamente quién dio la orden, qué información vio, y la fecha y la hora exactas en las que lo hizo", apunta, en consonancia con lo afirmado por personal sanitario. "¡Es que se registra incluso por qué impresora se imprimió cada documento!", explica otro trabajador hospitalario que, ya de partida, da una pista: "Basta mirar el listado que publicó DIARIO de MALLORCA [en su edición del sábado: una relación de pacientes que se habría olvidado una concejala del PP de Inca en una de sus visitas] para saber que eso lo ha sacado alguien de la parte de administración y gestión. El personal sanitario tiene acceso a datos de pacientes concretos, pero no a una relación completa. Esos listados los tienen en los niveles de dirección y gerencia del hospital, aunque pueden estar también a mano del personal de citaciones y de admisiones generales y de urgencias", especifica este profesional.

¿Quiere todo esto decir que la conselleria y la dirección del hospital de Inca encontrarán al autor de la tropelía? Los profesionales sanitarios e informáticos afirman que sí, pero los precedentes no invitan a ser tan optimista: hace solo año y medio el aún hoy gerente del hospital recibió una denuncia por parte del PSOE, que le avisaba de la filtración de datos de un paciente par uso político del PP. La investigación se cerró sin consecuencias. De hecho, el gerente (uno de los pocos miembros de UM que quedan en el Govern tras la expulsión de este partido de los cargos de gestión del Govern) confiesa que no llegó siquiera a informar de los hechos a la conselleria comandada por el socialista Vicenç Thomàs.

Más enterado de todo está Pere Rotger. El ex alcalde de Inca, hoy vicepresidente del Parlament y del PP balear, confirmaba ayer que desde hace años su partido visita a los pacientes, "que lo agradecen siempre". El dirigente conservador ratifica que él mismo firmó en 2009 un escrito en el que pedía al hospital la lista de enfermos. "No tuvimos éxito. Nos informó [el gerente] de que esos datos eran confidenciales y ahí acabó todo", aclara Rotger, que subraya que su partido no maneja ningún listado de pacientes ni dispone de información privilegiada. Pese a ello, Rotger está muy bien informado: "Ya sabemos por el gerente que el listado que publicó DIARIO de MALLORCA [el sábado] es de 2008, y sospecho quién lo ha filtrado para intoxicar, pero como solo lo sospecho, no lo digo".