"Hola, buenas tardes ¿el señor...? Somos del Ayuntamiento de Inca ¿qué tal se encuentra?". Este es el saludo con el que supuestamente entran los concejales del PP de Inca a los enfermos que están descansando en las habitaciones del Hospital Comarcal.

Según relata la hija de un paciente, la comitiva municipal encabezada por la edil Margalida Horrach (PP) se presentó este verano en el cuarto donde reposaba su progenitor de una grave operación. No le conocían de nada, pero "enseguida que entraron, preguntaron por el nombre y apellido de mi padre, se ve que ellos tenían información de quién había de Inca y quién no, porque sabían que nosotros éramos de Inca", dice la hija. De hecho, "en la cama de al lado había otro paciente, que era de Pollença, y a él no le dijeron nada".

Una vez se hubieron identificado, los ediles se interesaron por si el trato que dispensaba el hospital "era correcto y todo estaba bien", como si fuera una competencia más del Ayuntamiento. El paso siguiente, siempre según la versión de esta pariente de un enfermo, fue que la concejala de Sanidad les ofreció ayuda en materia de servicios sociales: "Preguntaron si podían darnos una mano para recibir asistencia" una vez obtenida el alta, o para solicitar una prestación de la ley de Dependencia. La hija del ingresado dice que rechazaron la oferta porque ya se habían encargado de estos asuntos, y se lamenta: "Nos supo muy mal que sin conocer a mi padre de nada, tuvieran conocimiento de que esa persona estaba ingresada allí dentro, cuando es un tema tan delicado e íntimo, nadie tiene por qué saber si estás enfermo ni ingresado".

Esta familia dice tener constancia con anterioridad de "otros casos iguales" al suyo, en Inca, solo que "finalmente nosotros mismos lo tocamos con las manos", denuncia la familiar en tono de afectación.