Dicen que el tiempo es oro. Y los voluntarios van por ahí regalándolo a los que más lo necesitan. Sin reparos. Con gusto. Tiene su mérito y su valor, sobre todo en unos momentos en los que los colectivos vulnerables son cada vez más vulnerables y cada vez más grandes. Por eso Cruz Roja Balears, entidad cuya actividad ha ido creciendo según la crisis se iba descontrolando, rindió ayer homenaje a todas estas personas que hacen posible su imprescindible labor social: los voluntarios.

Bajo el lema Vagis on vaigs, Creu Roja Illes Balears, el acto fue presidido por Miquel Alenyà, presidente autonómico de la entidad y a él asistieron distintos representantes del Govern, así como representantes de organismos y entidades colaboradoras, socios y, por supuesto, voluntarios. La responsable autonómica de Desarrollo Local, Elvira Barrio, dio la bienvenida a los numerosos asistentes que no quisieron perderse el evento y leyó los principios fundamentales de esta histórica entidad social. A continuación, la coordinadora de Balears, Juana Lozano, hizo un resumen de actividades de la Asamblea Autonómica. Las pitiusas también tuvieron su representación gracias a Rafael García, presidente de la Oficina Insular d´Eivissa i Formentera, que presentó el tema de la fiesta de este año.

A continuación, llegó el momento del reconocimiento ´material´ para los voluntarios y las entidades que han colaborado a lo largo del último año con Cruz Roja Balears. Alrededor de una treintena de voluntarios recibieron una distinción en diferentes categorías, una forma que tiene la organización de darles la gracia por su desinteresado trabajo.

La televisión autonómica IB3 también subió al estrado a recibir una distinción. Cruz Roja le entregó la Medalla de Plata por el programa de responsabilidad social Una mà per a tots. El canal dedicó el mes de mayo a difundir a través de este programa la labor y la importancia del voluntariado en las islas. El director general del ente, Pere Terrasa, recogió el premio.

El gran Premi Solidaritat 2010 recayó este año en Amadiba, la Asociación de Madres de Discapacitados de Balears que desde hace alrededor de quince años se dedica a velar por la calidad de vida de las personas con grandes y pequeñas discapacidades. El Premi Solidaritat de Cruz Roja reconoció ayer "su trabajo social y su compromiso" durante estos años.

Asimismo se repartieron placas a otras organizaciones de las islas como Vinyes i Bodegues Pere Seda, que ha dejado espacios para hacer voluntariado; el estudio imprenta Mesana Balear; o la empresa menorquina A. Pellicer, que en colaboración Cruz Roja de Alaior ha repartido más de diez toneladas de alimentos.

El acto de ayer no sólo fue un aplauso y un ´gracias´ para los voluntarios, también fue una llamada para incrementarlos, presentando una campaña de participación bajo el lema Dona tu tiempo.