Entre 2.000 y 2.500 personas se han visto obligadas a recurrir a los servicios sociales de Mallorca a causa de la crisis económica, según subrayó ayer el conseller insular de Bienestar Social, Jaume Garau. En su opinión, la enorme demanda existente en este momento se va a mantener al menos durante 2011 y 2012 o, en el mejor de los casos, va a registrar únicamente un ligerísimo descenso.

Garau hizo estas declaraciones durante la presentación del último informe del Observatorio Social de la Crisis, junto a la directora del mismo, Núria Estarás, y señaló a dos grandes colectivos como los principales demandantes de ayuda al ser también los más duramente golpeados por la actual situación económica: los inmigrantes y los trabajadores de la construcción. En el caso de los primeros, se destacó la precaria situación en la que quedan muchos extranjeros a los que se deniega la renovación del permiso de trabajo.

El conseller insular apuntó algunos pequeños indicios de mejoría en esta situación, como el hecho de que las peticiones de ayuda hayan registrado un descenso moderado durante este verano frente al invierno anterior, pese a seguir siendo muy numerosas, después de que en 2009 la situación apenas registrara variaciones a lo largo de todo el año.

Respecto a la evolución que se está registrando, se señala que si la comparación se hace respecto a 2007, la demanda de servicios sociales ha aumentado un 26% en la atención primaria de la Mancomunitat del Pla de Mallorca, un 86% respecto a los beneficiarios de la renta mínima de inserción, un 93% en el caso de los usuarios de Ca l´Ardiaca, o un 25% en el Projecte Home. "Este aumento de la atención no ha ido siempre acompañado de un incremento de los recursos, por lo que los servicios están saturados y siguen así", se añadió.