El enfrentamiento abierto entre Jaume Font y Antoni Pastor con el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, está provocando una honda preocupación entre los alcaldes de la part forana, como se puso nuevamente de manifiesto ayer. Bauzá había invitado a todos los alcaldes del partido a un almuerzo en Inca, al que Pastor rechazó ir. Pese a que oficialmente se le excusó porque estaba en "una reunión con el Govern sobre los presupuestos", algunos de los alcaldes presentes conocían la negativa de su homólogo de Manacor de acudir a la comida. De hecho, la reunión en el Govern había terminado sobre la una del mediodía, y el almuerzo empezó pasadas las tres. Este es el segundo plante en una semana de Pastor a Bauzá, puesto que el miércoles tampoco fue a la reunión de reconciliación del líder del partido con algunos barones resentidos.

A ello hay que sumar el malestar de Font con la línea de Bauzá, agudizado esta misma semana, una situación que disgusta e inquieta a la mayoría de alcaldes populares, y así se lo expresaron a Bauzá en la sobremesa. Según varios alcaldes consultados, dedicaron bastante tiempo a hablar entre ellos de cuál será el futuro político de Font y Pastor, y expresaron su temor a perder a dos pesos pesados como han sido hasta ahora en el PP balear. Sin embargo, Bauzá pasó de puntillas sobre tan espinosa cuestión, declinó explicar con profundidad su visión de lo ocurrido, y se limitó a decir de los defenestrados lo mismo que en público: "Son dos activos muy importantes, todos estamos en el mismo proyecto".

Otro tema de conversación giró en torno a las incertidumbres que suscita "el silencio" de Carlos Delgado, alcalde de Calvià y vicepresidente del partido; más de uno teme que antes de las elecciones el calvianer vuelva a dar batalla.

Por cierto que Delgado tampoco asistió a la comida; otros ausentes fueron el alcalde de Inca, Rafa Torres; el de Llucmajor, Joan Jaume; el de Sant Eugènia, Guillem Crespí, y el de Maria, Antoni Mulet. La dirección solo justificó las ausencias de los tres primeros.

Al encuentro participó también la candidata a presidir el Consell de Mallorca, María Salom, que se puso a disposición de los presentes. En el aire flotaba la polémica por su imposición, después de que Bauzá vetara a Font, pero ayer nadie quiso hurgar en las heridas aún sin cicatrizar. Solo algunas voces pidieron a Salom que contara con Font para empujar el carro, dejando entrever ésta que por su parte no había ningún problema, solo que el propio Font es quien ahora debe dar el paso. En realidad todo indica que ya lo ha dado, pero en sentido contrario.

En su discurso oficial, Bauzá siguió apelando a la necesaria unidad. Se criticó a los medios de comunicación por abundar en las divisiones internas y por la controversia lingüística. En este sentido, hubo varios alcaldes que solicitaron que el partido defina una postura conjunta en materia de lengua, y se apuntó la posibilidad de presentar una moción para contrarrestar la que el PSM está debatiendo en los Ayuntamientos, y que el PP ha secundado en Inca, Pollença y sa Pobla.