Román Sanahuja Pons, el patriarca de la familia catalana del mismo apellido propietaria del grupo Sacresa, dio la cara el pasado invierno ante el juez del TSJB Javier Muñoz por sus cuatro hijos, los hermanos Sanahuja Escofet, imputados en el sumario. Sanahuja Pons, que ha llegado a un pacto de conformidad con la fiscalía anticorrupción, asumió la responsabilidad de haber obtenido y usado información privilegiada y ha salvado a sus hijos del banquillo.