El president del Govern, Francesc Antich, citó ayer al PP a una reunión esta semana con el fin de negociar los presupuestos para el próximo año, si bien consideró que "el ambiente para acuerdos está un poco enfermo". Antich se refería a la advertencia del portavoz Parlamentario popular , Antoni Pastor, de que si no aceptaba las condiciones del PP para facilitar la aprobación de las cuentas públicas pediría su comparecencia en el Parlament para que explicara los "motivos ocultos" que tiene el Govern para preferir una prórroga presupuestaria.

Pastor recordó el envite que lanzó el pasado martes al president, en el sentido de que el PP no presentaría enmiendas al proyecto de presupuestos que presentara el Govern si éste renunciaba a las medidas para incrementar la presión fiscal a las rentas más elevadas. Antich reaccionó la pasada semana mostrando su desconfianza hacia los populares. Ayer, sin embargo, al ser preguntado por Pastor sobre este asunto en el pleno del Parlament, el jefe del Ejecutivo replicó que la oferta del PP le parecía "positiva" y emplazó al principal partido de la oposición a celebrar un encuentro esta semana.

La postura de Antich no sirvió para rebajar las críticas del portavoz popular, quien consideró que el hecho de que el Govern no se haya pronunciado aún sobre su propuesta indica que "quieren esconder algo tras estos presupuestos". Pastor mostró sus dudas de que el Govern haya elaborado realmente un proyecto presupuestario ya que, según dijo, "sus socios" del Bloc no estaban de acuerdo "con las grandes cifras" que pretendía el Ejecutivo balear.

Antich acusó al PP de plantear "25 amenazas" detrás de cada una de sus propuestas. "El ambiente de acuerdo lo veo un poco enfermo", ironizó el president en su respuesta al portavoz popular. Junto a ello, recordó que las medidas de incremento fiscal para las rentas más elevadas son independientes de los presupuestos y forman parte de la "política progresiva" que defiende el Govern en materia impositiva, en el sentido de reducir la presión fiscal a los colectivos con más dificultades y que haya un mayor esfuerzo por parte de quienes más tienen. "Es una política de solidaridad que va más allá de si son 15, 20 o 40 millones", dijo Antich quien dejó claro que será difícil aceptar la condición del PP de que el Govern "renuncie a esta política".

Previamente, el diputado popular Francesc Fiol había calificado de "dudosa legalidad" la decisión del Govern de prorrogar los presupuestos, a la vez que acusaba al Govern de "maniobrerismo político" al considerar que el Ejecutivo prefiere la prórroga presupuestaria por "estrategia" con el fin de no debilitar sus "expectativas electorales". El conseller de Economía, Carles Manera, rechazó estas declaraciones, sostuvo que la prórroga es una medida "lícita" y acusó al Govern de practicar un "filibusterismo" parlamentario al generar "incertidumbre".