La conselleria de Turismo atraviesa el momento más delicado de su historia. Adeuda 47 millones de euros, la mayoría en créditos a entidades financieras, y está a un paso de perder a Rafael Nadal, su principal reclamo para promocionar las islas en todo el mundo.

Si la Conselleria fuera una empresa, se hallaría al borde de la quiebra. Su responsable, Joana Barceló, reconoció ayer la magnitud del agujero, que representa casi el 70% del presupuesto de este año. Para impedir el colapso de Turismo, el Govern balear se ha visto obligado a salir a su rescate y asumirá parte de la deuda (20,5 millones). El resto se intentará enjugar desde la Conselleria mediante un plan de estabilidad, anunció Barceló.

"No es su culpa"

Sin comerlo ni beberlo, el tenista de Manacor figura en el paquete de medidas de ajuste económico –"No es culpa de ellos", admite la consellera–. Contratado para publicitar las islas desde 2009 hasta 2011, su imagen ha sido infrautilizada pese a que la Comunidad Autónoma le abona dos millones de euros anuales. Un ejemplo del desperdicio de la estrella más relevante del deporte mallorquín, y tal vez español, es el anunció que se grabó en agosto de 2009, donde el jugador aparece a bordo de un velero, y que no ha pasado por ninguna de las televisiones generalistas. El coste de su rodaje rondó los 200.000 euros. También ha sorprendido la desaparición de la imagen del jugador del estand que estrenará Balears en la World Travel Market londinense la próxima semana. Barceló atribuye esta decisión a la necesidad de especializarse y visualizar muchos productos concretos –la gastronomía, el cicloturismo o el senderismo podrían ser algunos–, frente a la transmisión de un mensaje más genérico.

Lo cierto es que el Govern irá "bajando gradualmente" la relación contractual con Nadal. Barceló no propone romper con el tenista, sino que aboga por "encontrar" unos "costes asumibles" para su departamento, dentro del plan de ajuste económico que está afrontando. Sin embargo, Carlos Costa, agente del manacorí, sostiene una versión distinta. En las tres reuniones con Joana Barceló ella "ha hablado directamente de rescindir el contrato", explicó ayer a este diario. Durante la rueda posterior al Consell de Govern del pasado viernes, la titular de Turismo y portavoz del Ejecutivo no se refirió en ningún momento a la desvinculación gradual con el tenista pese a que se le preguntó en reiteradas ocasiones por la ausencia de su imagen en el estand de la World Travel Market.

Cara a cara

Pero a este distanciamiento ya no se le puede poner más sordina. Las dos partes vuelven hoy a verse las caras y quizá sea la reunión definitiva para saber si Nadal seguirá ligado de alguna manera a las islas. El agente de Nadal asegura que no colocará trabas a la desvinculación a partir del próximo año. Barceló asegura que se ha abonado el primer semestre de 2010 y faltaría una parte del segundo que no concretó.

De cristalizar el divorcio, sería el enésimo mazazo para Turismo, que a lo largo de esta legislatura ha visto desfilar por sus dependencias a cuatro consellers. Barceló argumenta que el agujero de 47 millones de euros se acumula desde tiempo atrás.

La gestión de Turismo ha despertado el interés de los fiscales anticorrupción. Tres consellers están imputados en casos de supuesto pillaje, uno de la pasada legislatura –Joan Flaquer (PP)– y dos de esta –Francesc Buils y Miquel Nadal, ambos de UM–, además de una legión de altos cargos de etapas distintas. El uso del dinero destinado a la promoción de Balears como destino vacacional es objeto de escrutinio por parte de la Justicia.