Si el año en el que se inició la campaña de vacunación contra el virus del papiloma humano (2008-2009) a todas las niñas que cumplían catorce años en ese ejercicio se saldó en las islas con una cobertura ligeramente superior al 80%, un año más tarde el porcentaje bajó drásticamente. En el ejercicio 2009-2010, último del que se disponen de datos, tan sólo se inocularon el preparado un 49,87% de la población femenina en esa franja de edad, más de treinta puntos menos, según datos recabados en la Dirección General de Salud Pública.

La responsable de este departamento dependiente de la conselleria de Salud, Margalida Buades, confirmó este extremo y lo atribuyó a que las "niñas, a los 14 años, son más independientes, más autónomas, y son ellas las que deciden si acuden o no a ponerse la vacuna sin contar con el permiso de sus progenitores".

Lo que quiso dejar claro la directora general es que "para que una mujer acabe desarrollando un cáncer de cuello de útero tiene que haber padecido antes una infección provocada por el virus del papiloma humano. Es una condición sine qua non que está demostrada científicamente", subrayó.

Por eso la vacuna se pone antes de que la menor haya mantenido relaciones sexuales, recalcó. Como se recordará el antídoto se suministra en tres dosis, la primera de ellas en el mes de noviembre, la segunda en diciembre y la tercera y última en el mes de febrero. Buades quiso resaltar que el coste de cada vacuna completa ascendió en 2008, el primer ejercicio en el que se incluyó esta prestación en el calendario de vacunación oficial y gratuito de esta comunidad autónoma, a 78 euros por cada niña tratada. "Conseguimos el precio más barato de toda España", se ufanó la responsable de Salud Pública.

En el primer año de dispensación de esta nueva prestación en la cartera de servicio de la sanidad pública balear se vacunaron alrededor de 4.100 niñas que en ese año (2008) cumplieron los catorce de edad, lo que arrojaría un coste aproximado para las arcas de la conselleria de Salud de 320.000 euros.

Preguntada sobre la posibilidad de que con unas prácticas sexuales seguras, usando preservativos, también se evitaría la posibilidad de infectarse con el virus del papiloma, Buades contrapuso que "es muy difícil mantener relaciones sexuales con preservativo durante toda tu vida. Si ya cuento con una pareja estable, lo normal es que opte por otros métodos anticonceptivos o decida tener hijos. Mi consejo a las niñas es que se vacunen".

Sobre los posibles efectos adversos que podría haber provocado esta vacuna en una joven adolescente de Mallorca, la directora general esgrimió la versión oficial: "En su momento, un comité de expertos a nivel nacional no halló evidencias de algún tipo de relación entre la vacuna y los episodios que está teniendo esa chica".