Eugenio Hidalgo derribará mañana miércoles la vivienda ilegal por la que se encuentra en estos momentos en prisión. Lógicamente, el ex alcalde de Andratx no podrá asistir a la demolición, al encontrarse privado de libertad, pero tendrá que asumir el gasto económico que suponen estos trabajos de derribo.

En un escrito redactado por su abogado, se comunicó hace unos días a la Audiencia de Palma que el derribo de la casa ilegal se iba a realizar el miércoles día 3 de noviembre, salvo causa de fuerza mayor. El tribunal que le condenó a cumplir cuatro años de prisión estableció en la sentencia la obligación del acusado de proceder al derribo de esta construcción, que aumentó de volumen utilizando una licencia de obra agrícola cuando en realidad se estaba construyendo un chalé de lujo. Hidalgo solicitó al ayuntamiento de Andratx una licencia de derribo, que fue autorizada hace algunas semanas. Tras contratar los servicios de una empresa especializada en estos trabajos, se solicitó al tribunal que había dictado sentencia autorización para ejecutar la orden del tribunal. Los jueces confirmaron que este derribo se iba a producir en el periodo de tres meses que se fijó y, por tanto, se autorizaba dicha actuación.

El ex alcalde realizó esta construcción en un suelo protegido que tiene la calificación de área rural de interés paisajístico, que impide edificar. Sin embargo, Hidalgo, con la ayuda de Jaume Massot, consiguió que el Ayuntamiento le concediera una licencia al presentar un proyecto de ampliación de almacén agrícola, cuando en realidad lo que construía era un chalé. Massot, que era el jefe del área de Urbanismo de Andratx, le aconsejó que contratara a un ingeniero agrícola para que le realizara el proyecto y en él añadiera una memoria explicando que la parcela la iba a dedicar al cultivo de frutas y hortalizas.

Al tener sospechas de que le estaban investigando, el ex alcalde se inventó una maniobra para demostrar que su propiedad era una nave agrícola y no una vivienda unifamiliar. En una conversación que le fue intervenida a Hidalgo, se plantea también la posibilidad de comprar un caballo para engañar a los inspectores.