"El sábado había tanta gente en las tiendas que parecía la víspera de Nochebuena. Hoy [por ayer domingo] no tanto, pero también está animado". Quien habla es el jefe de seguridad del Carrefour de Portopí y sus palabras son confirmadas por una decena de dependientes consultados en diferentes negocios del centro comercial de Ponent. Las causas que apuntan son variadas. "Hay mucha gente que ha cobrado la nómina y ha venido a gastar", supone una empleada de Mango. Otro argumento es el de quien atiende en la zapatería Claqué: "Ha empezado a refrescar y aquí se está caliente". Por la mañana llovía, por lo que "las ventas fueron muy bien", en palabras de un dependiente de Pull and Bear. Por lo que parece, en las grandes firmas comerciales se hizo caja, aunque otros notaron que "la gente ha venido a pasear y distraerse, pero tampoco hay tantos compradores", según opina una dependienta de El Corte Inglés.

Por la calle, más de la mitad de los negocios de la céntrica avenida Jaume III estaban cerrados, principalmente los pequeños comercios, como es habitual los domingos de apertura. Sin embargo, las Ramblas estaban animadas, pero por motivos diferentes: hoy es el día de los Santos Difuntos y las floristerías del arbolado paseo de Palma hacen su agosto en plena época otoñal.

Como cada vez es más habitual por estos lares celebrar Halloween, ayer no sorprendía ver a unos cuantos niños vestidos de personajes tétricos. Los comercios de disfraces y juguetes se llenaron por esta razón y los padres que se desplazaron hasta el centro comercial Portopí se alternaban entre dichas tiendas y las actividades infantiles organizadas en torno a los dibujos animados de Pocoyó. Tampoco el tiovivo allí instalado paró de dar vueltas.