"José Ramón Bauzá y su cúpula han ganado una batalla, pero la contienda no ha concluido". La frase la pronunció ayer un destacado dirigente del Partido Popular de la Part Forana en relación a la decapitación política de Jaume Font y la posterior imposición de María Salom como candidata al Consell. Este malestar existente en el PP está llevando a que un grupo de descontentos con la línea política del presidente popular esté evaluando sus fuerzas para intentar forzar un congreso extraordinario o como mínimo una convención para redefinir la línea ideológica del partido.

Argumentan que se "sienten engañados" por Bauzá y su equipo al que apoyó de forma mayoritaria la Part Forana y los barones en el último congreso frente a Carlos Delgado. Una vez conseguida la presidencia, "Bauzá ha virado hacia Delgado con sus declaraciones sobre la lengua e imponiendo a Maria Salom para el Consell", se lamentan.

Según ha podido saber este periódico, las conversaciones se llevan en secreto y no se desea que trasciendan. En ellas participan las principales juntas locales de Mallorca con los barones "arrinconados" por Bauzá.

El pasado jueves se reunió la junta local de Manacor para escuchar de boca de Antoni Pastor lo que había ocurrido con la elección de Maria Salom como candidata al Consell. La gran mayoría de sus afiliados se mostraron partidarios de "plantar cara" de forma inmediata a Bauzá. El propio Pastor y sus hombres de confianza calmaron a los populares de Manacor a la espera de conocer las determinaciones que podrían tomar otras juntas locales. Esta semana se reúne la de sa Pobla y sucesivamente lo pueden hacer la de Inca, Pollença, Montuïri y una larga lista de localidades que ya manifiestan abiertamente su postura contraria a la política de Bauzá, alejada "del regionalismo y centrada en el españolismo". En estas reuniones se hablará de la defenestración de Font, Pastor y el resto de barones apartados por Bauzá.

Paralelamente, dirigentes del PP reconocieron que están estudiando el reglamento de organización del partido para ver las posibilidades de acometer el asalto a un congreso extraordinario o, en su defecto, una convención para redefinir y sentar las bases de la línea ideológica del partido conservador si se quieren ganar las elecciones en 2011. Para ello será preciso contar con la mayoría de dos tercios de la Junta Directiva Regional. "El proceso está en fase embrionaria", reconocieron desde el sector crítico.