El ingeniero que se ocupaba de los ordenadores en el Inestur, un organismo del Govern dedicado a impulsar el turismo e investigado en el caso Voltor, trabajaba en dicho departamento por las mañanas como empleado y por las tardes como autónomo, facturando mediante empresas suyas particulares, según declaró ayer dicho imputado. Carlos Martínez, jefe de informática del Inestur entre 2004 y principios de este año, cobró más de 6.000 euros del Govern por instalar cámaras "web" en playas de Mallorca, como reacción a los atentados con bombas de ETA de julio y agosto del 2009.

Martínez compareció ayer ante la juez de instrucción 10 de Palma y el fiscal anticorrupción, dentro de una pieza separada donde también figuran como encausados su ex mujer; Antonio Oliver y Álvaro Llompart, ex gerente y contable del Inestur hasta febrero pasado; y Miquel Nadal, antiguo conseller de Turismo con Unió Mallorquina.

El ingeniero encausado ya explicó el pasado 3 de febrero en la Jefatura Superior de Policía cómo, en 2007, y ante la elevada carga de trabajo que tenía en el Inestur pidió un aumento de sueldo o un refuerzo. Sus superiores le contestaron que las plazas estaban congeladas y, según el informático, fue el jefe de contabilidad, Álvaro Llompart, quien le sugirió que facturase al Govern mediante una empresa particular.

Crear empresas

Martínez empezó a facturar sus servicios como empresario al Inestur a través de sus sociedades Mediterránea2F Consulting y TCP-Ib Technologic, que luego puso a nombre de su esposa.

El técnico cobró a través de sus empresas el mantenimiento de los servidores de las páginas "web" del Inestur, tratamiento de datos y otros servicios. Posteriormente los servicios jurídicos le advirtieron de que siendo empleado del Inestur no podía facturar con empresas a su nombre al mismo organismo y decidió nombrar a su esposa administradora de una de sus sociedades. También tuvo que crear otra tercera empresa para poder facturar más trabajos.

En esta pieza separada del caso Voltor la fiscalía anticorrupción quiere esclarecer quién dio la orden al informático del Inestur para que, en pleno agosto del 2009, instalara con una de sus empresas cámaras "web" de vigilancia en algunas de las principales playas de Mallorca. De acuerdo con la primera declaración de Carlos Martínez, el conseller Nadal ordenó al Inestur que adoptara esa medida como reacción tras las bombas de ETA en Palmanova y Calvià. La juez de instrucción 10 en un auto apunta que las cámaras se ubicaron en Cala Millor, Port d´Alcúdia, Cala d´Or, Magaluf y Playa de Palma. El informático sostiene que usó su empresa para este encargo porque no encontró ninguna otra que se ofreciera a hacerlo con la premura exigida. Por esas tareas cobró unos 6.000 euros.