La Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad tiene en la actualidad en marcha once planes de recuperación y conservación de la fauna balear, que protegen a especies como el milano real, la tortuga mora, el águila pescadora, el buitre negro, el "ferreret" (sapillo balear) o el alimoche.

Todos los planes tienen valor normativo e incluyen información completa de la especie a proteger, las amenazas que sufre y las actuaciones a realizar para revertir la situación de peligro, según ha informado el Govern en un comunicado.

El Govern desarrolla planes de recuperación y conservación para once especies de fauna y ocho de flora, todas ellas catalogadas y amenazadas que requieren un esfuerzo suplementario de protección, con el que corresponde a la pardela pequeña, (puffinus mauretanicus), un ave marina endémica de Baleares que solo cría en el archipiélago y a la que se intenta recuperar desde 2004.

Una de las especies endémicas más conocidas de Baleares y que se ha convertido en emblema de la conservación es el "ferreret" o sapillo balear (alytes muletensis). Solo se encuentra en los torrentes más inaccesibles de la Serra de Tramuntana pero su plan de recuperación ha logrado un censo máximo de casi 40.000 ejemplares en 2009.

El milano real (milvus milvus) también está en peligro de extinción, como la pardela y cuenta con pocos individuos en Mallorca y Menorca. Su plan de recuperación trata de combatir sobre todo el uso de cebos envenenados, un delito tipificado en el Código Penal.

El plan de recuperación de aves acuáticas se dirige a cinco especies que comparten zonas húmedas y cuyos pollitos se marcan anualmente: el avetoro (botaurus stellaris), la malvasía, la cerceta pardilla (anas angustirostris), la focha cornuda (fulica cristata) y el "toret".

El águila pescadora (pandion haliaetus) especie que anida en los acantilados de Mallorca, Cabrera y Menorca, también tiene un plan de conservación y su población se está incrementando progresivamente. Su principal amenaza son los tendidos eléctricos, por lo que Medio Ambiente tiene un convenio de colaboración con Endesa para suprimir los más peligrosos para este ave carroñera.

Alimoches (nephron percnopterus) solo quedan en Menorca y una pareja en la península de Llevant de Mallorca. Su principal amenaza es el veneno, pero parece que recientemente se recupera a buen ritmo tras un exhaustivo plan de conservación con seguimiento de sus individuos y protección de los puntos de reproducción.

El cormorán (phalacrocorax aristotelis) y la gaviota de Audouin (laus audouinii) tienen un plan conjunto por habitar el litoral en hábitats similares. Baleares posee un alto porcentaje de la poblaciones mundiales de ambas y se realiza su seguimiento.

El buitre negro (aegypius monachus) tiene en Baleares su única población insular en todo el mundo. De estar gravemente amenazada y al borde de la extinción en los 50 ha pasado a una cierta recuperación con unos 120 ejemplares y 16 parejas reproductoras avistadas en 2010 gracias a su plan de gestión.

El águila fasciata (hieraaetus fasciatus) se extinguió en Baleares en el siglo XX, pero se ha aprobado un plan de reintroducción que está en fase de tramitación.

La tortuga mora (testudo graeca) fue introducida en Mallorca por los primeros colonizadores de la isla desde el norte de África y su principal amenaza ha sido su captura para convertirla en mascota, práctica que afortunadamente está en regresión.

También tiene un plan de conservación el murciélago de cueva (miniopterus schreibersii), cuya principal población estaba en Menorca pero un 90% falleció por inundación de la cueva de cría más importante. Los censos recientes confirman que la especie se está recuperando.