A partir del próximo 1 de octubre el Consell de Mallorca gestionará la renovación de las miles de licencias de caza de los aficionados a este deporte en la isla, podrá declarar vedados para el aprovechamiento cinegético, expedir certificados de calidad para éstos y también tendrá la prerrogativa de declarar refugios de fauna.

Estas competencias se derivan del traspaso definitivo acordado ayer por la comisión mixta Govern-Consells insulares, que calculó el coste efectivo del traspaso de la actividad cinegética así como el de la pesca fluvial en Mallorca en 1.171.773 euros.

Con respecto a la pesca fluvial, la institución insular mallorquina también podrá declarar los vedados, expedir licencias y otorgar autorizaciones excepcionales para el control de especies de esta modalidad pesquera. Asimismo, el Consell de Mallorca podrá a partir del próximo mes de octubre regular aspectos relacionados con la piscicultura y acuicultura.

Precisamente a partir del mes de octubre comienza la gran temporada de caza menor y los miles de cazadores mallorquines copan los bosques y cotos de la isla para poder cobrarse perdices, becadas, estorninos, conejos y liebres, entre otras especies. La apertura de la caza del tordo, una de las aves más apreciadas en la isla, se retrasó el pasado año hasta el primero de noviembre.